El confinamiento derivado de la pandemia de la covid-19, con tiendas cerradas y sin reuniones familiares, obligó a celebrar, por Semana Santa, una fiesta de la mona muy diferente. Aunque algunos padrinos hicieron llegar el dulce regalo a sus ahijados y otros la comieron hecha a casa, la gran mayoría de familias catalanas no pudo reunirse para celebrar la festividades juntos. Ahora que el desconfinamiento ya permite los encuentros y la mayoría de establecimientos han abierto las puertas, los pasteleros catalanes animan a celebrar en familia la segunda Pascua, el próximo fin de semana y hasta el lunes 1 de junio, con uno de los dulces más tradicionales de nuestra cultura que se consume todo el año y tiene mucha aceptación: el pastel Sara.
La segunda Pascua coincide con la entrada de toda Catalunya en la fase 1 de la desescalada, y por tanto se permiten las reuniones en casa de hasta 10 personas. Esto facilitará el reencuentro de muchas familias, confinadas durante más de dos meses. "Hemos pasado todos momentos muy difíciles los últimos dos meses, y creemos que es bueno que recuperemos la ilusión, las ganas de celebrar, humildemente y con responsabilidad", afirma el presidente del Gremio de Pastelería de Barcelona, Elies Miró. "Somos una sociedad que ha demostrado una gran capacidad de esfuerzo colectivo en un momento de máxima dificultad. Ahora hace falta desescalar en todos los sentidos, y también permitirnos una pequeña celebración familiar alrededor de un pastel, como nos gusta hacer a todos", ha explicado.
Agradecimiento a los sanitarios
Este esfuerzo colectivo se puede simbolizar también en la figura del personal sanitario. Por eso, el viernes 29 de mayo, más de 60 pastelerías agremiadas llevarán a diferentes hospitales y Centros de Atención Primaria 60 raciones de Sara. Cada agremiado repartirá sus 60 raciones en el centro sanitario más cercano a su pastelería, repartiéndose por todo el territorio.
El pastel Sara nació el siglo pasado como homenaje del Gremio de Pastelería de Barcelona a la actriz francesa Sara Bernhardt, un icono de la cultura de finales del siglo XIX y principios del XX. Una diva, conocida como 'la Divina' o 'la emperatriz del teatro', entre otros apodos. Se trata de un pastel de bizcocho con mantequilla y almendras que, en muchos casos, es la base de la mona de Pascua.
