La 37a edición de la Muestra de Vinos y Cavas de Cataluña se celebra el fin de semana del 27 al 29 de octubre al paseo Lluís Companys de Barcelona. A diferencia del año pasado, esta vez no coincide con la Fiesta de la Merced, pero los organizadores creen que es una magnífica oportunidad para hacer más visible la Muestra, puesto que no estará diluida entre otras actividades organizadas por la fiesta mayor de Barcelona. En total, 68 bodegas, con más de 500 referencias de las 12 DON catalanas, han confirmado su asistencia.
Este fin de semana, organizado por el Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación (DARP), a través del Instituto Catalán de la Viña y el Vino (INCAVI) y la Promotora de Exportaciones Agroalimentarias (Prodeca), se ha convertido en un escaparate inmenso de la oferta vitivinícola de Cataluña. Pero no sólo se harán catas de vinos, sino que también habrá una oferta alimentaria con productos de proximidad para acompañar las copas. Además, la colaboración de la Muestra y Turismo de Cataluña permitirá a los visitantes conocer la oferta enoturística de nuestro país. También se podrá profundizar en la cultura del vino gracias al programa de presentaciones y catas guiadas que tendrán lugar a las dos salas de cata habilitadas a la Muestra.
La solidaridad también tendrá su espacio, y se ha organizado una vendimia que dará todos los beneficios que recaude en los países necesitados del Tercer Mundo.
Buenas perspectivas para el sector
Esta 37a edición es una clara evidencia del motor en que se ha convertido el mundo del vino para el mercado local catalán y también a escala internacional. El vino catalán ha cruzado fronteras y actualmente representa el 60% de las ventas, principalmente en Bélgica, Alemania y el Reino Unido, con más de 620 bodegas que llegan a 140 destinos y que generan un volumen de ventas de 334 M€.
A raíz del potencial vinícola catalán, el Gremio de Hoteles de Barcelona ha decidido seguir apoyando a la iniciativa y ofrecen un total de 25 hoteles emblemáticos de Barcelona que, del 23 al 29 de octubre, harán catas de vinos con denominación de origen catalana en sus espacios más íntimos e inspiradores. De este modo, se puede disfrutar de terrazas, restaurantes o salas de reuniones de hoteles de renombre a la vegada que se hace una cata de un total de seis vinos. Además, asistirán varios sommeliers y productores que darán consejos prácticos (15 € por visita).
Así, pues, con esta apuesta los organizadores aspiran a superar los 140.000 visitantes del año pasado a la vez que cumplen con su principal objetivo, que no es vender, sino enseñar y mostrar el producto catalán para mejorar el conocimiento vinícola de los habitantes metropolitanos. De cara al futuro, a pesar de que son conscientes que en estos últimos años se han estabilizado dentro del mercado, apuestan porque los siguientes estén marcados por una clara tendencia evolutiva.
