Balaguer da alas a un universo xocolater en que la imaginación del cliente será una pieza clave. Allá, el cliente puede diseñar su propia baldosa de chocolate, comer un helado personalizado con varios 'toppings' – ofrecen más de 60–, una gofra, una crep, un cruasán relleno, un pastel, un bombón, una piruleta o una taza de cacau negro, con leche o blanco.
La gran variedad de 'toppings' que ofrecen irá cambiando cada día y se adaptará a los gustos y expectativas del público para obtener las creaciones más sorpresivas. Y, gracias a una innovadora máquina que enfría el chocolate con los sabores deseados, las baldosas se pueden preparar al momento para que el cliente se las pueda llevar en pocos minutos.
Pero Balaguer no está solo, en esta dulce aventura. Lo acompaña Ana Zaragoza como propietaria del local y como impulsora del producto más innovador que propone el local: el chocolate con churros para llevarse. Se trata de importar el concepto 'take away' a la come más comilón de casa nuestra, otra manera de disfrutar del dulce para los más golosos.
El espacio de La Xocolateria by Oriol Balaguer era antes la galería de arte Cyan –también propiedad de Ana Zaragoza–, que ahora se ha trasladado a la calle Balmes.
