La multiculturalidad y la amplia oferta de restaurantes han sido factores clave para decidir implantarlo a la ciudad Condal. La empresa Take Eat Easy está formada por un grupo de ciclistas que son los encargados de repartir los pedidos en el menor tiempo posible. La eficiencia de TEE es simple pero compleja a la vez: se tiene que cuadrar el tiempo de entrega con la velocidad del repartidor y el tiempo de preparación del restaurante. Además, el servicio permite al usuario controlar el tiempo de su pedido y la ruta del repartidor; así, sabe en todo momento por donde va su comida.
La plataforma localiza el usuario con la geolocalització y le ofrece la posibilidad de escoger el restaurante entre un catálogo. Las experiencias gastronómicas varían según donde se encuentre el usuario. El consumidor puede decidir entre toda la carta del restaurante, con imágenes y una descripción detallada de la cocina del local con un apartado de recomendaciones. Es un sistema muy asequible que ya se está implantando en lugares como Bruselas, París, Londres, Burdeos, Lyon o Madrid, y después de Barcelona la empresa ya tiene puesta la vista en Valencia, el 2016.
