Patatas: qué variedad utilizar en cada momento

Os decimos qué tipo de tubérculo es el mejor si vais a hacer puré, tortilla, patatas fritas, hervidas, cocidas o al horno

CUINA.CAT

12/03/2018

La patata es un alimento utilizado en muchas gastronomías de todo el mundo. Lo que no es casual, sin duda: se trata de un producto de una enorme versatilidad, que tanto puede ser el ingrediente principal de una receta como limitarse a una función de acompañamiento. Es muy energética y tiene un alto contenido en fibra e hidratos de carbono complejos, que ayudan a mantener estables los niveles de glucosa en la sangre. Pero, a la hora de cocinarlas, se debe tener en cuenta una cosa: no todas las variedades de patata tienen las mismas características y aplicaciones. Aquí os dejamos una guía muy completa en la que explicamos qué tipo de patata se debe utilizar en cada caso concreto.

Patata Red Pontiac

Patata Red Pontiac

Patata Red Pontiac: al vapor o cocida

A pesar de no utilizarse demasiado, este tipo de patata tiene un gran consumo dentro del ámbito europeo. En el mercado la diferenciaréis por su característica piel roja, por tener los ojos hundidos para adentro y la carne blanca y cerosa. Este tipo de patata es ideal para hervir, asar, hacer al horno o incluso al microondas principalmente, a pesar de que frita también da buenos resultados. Aun así, la mejor manera de degustarla es al vapor o cocida, puesto que mantiene muy bien el sabor y la textura. Además, es una patata semitardía y es bastante sensible a los golpes, se puede romper fácilmente.

Patata Kennebec

Patata Kennebec

Patata Kennebec: ideal para hacer tortillas

Las patatas más conocidas de Cataluña, las de Prades, con IGP, son Kennebec. Son patatas tardías. Elegidlas si tenéis que hacerlas al horno, fritas o cocidas. Es la mejor compañera de una  paletilla de cordero, porque absorbe muy bien los jugos de los guisos, y también es ideal para hacer una tortilla de patatas, porque no se deshace al freírla.

Característica por tener la piel amarilla y la carne blanca, exteriormente se diferencia muy fácilmente de la patata Monalisa puesto que, en el mercado, la encontramos sin limpiar. Es una patata de calidad superior a la anterior y también es excelente para hervir y freír. Esta es la que, reglamentariamente, se utiliza para la IGP de Patatas de Prades.

Ensalada de patatas feniciana

Ensalada de patatas feniciana

Patata Monalisa: hervida o cocida al horno

Es el tipo de patata más versátil que existe en el mercado. De variedad semitardía, es la más abundante y económica. Hervida o cocida al horno es como mejor queda; en cambio, no la utilcéis para preparar purés, porque no os quedará fina. Es la más utilizada por los consumidores y en la mayoría de casos por la industria alimentaria.

En el mercado la podemos encontrar de mil maneras: limpia, sin pelar y en sacos; pelada y envasada lista para cocinar, o también directamente cocida y a punto para comer (como en el caso de las patatas fritas de bolsa). No es la mejor patata, pero aun así da un resultado aceptable tanto para freír como para hervir o hacer al horno.

Patata violeta

Patata violeta

Patata violeta: ideal para hacer puré

Es una patata tardía y hay alargadas y redondas. Os llamará la atención porque tiene una piel morada, casi negra, ¡y al abrirla veréis que es de color violeta! Cuando la probéis notaréis que tiene una textura mantecosa, que la hace ideal para preparar un puré de patatas o freírla.

Una de las patatas más peculiares del mercado y no por sus aromas, texturas o sabores, sino por su color. Este producto se caracteriza por ser de un color violeta muy acentuado que tiñe absolutamente todo lo que toca; justo es decir que la cocción le hace perder cierta intensidad. Aun así, ¡podéis usarla para sorprender a vuestros invitados más 'gourmets' presentando un puré, unas patatas fritas o unas chips de color violeta!

Crema de patata, jamón y huevo

Crema de patata, jamón y huevo

Patata del Bufet: la reina de las sopas y de las cremas

Esta patata de cultivo tardío es la reina de las sopas y de las cremas. También es buena para comerla cocida. Hay dos variedades, roja y blanca, y las dos son muy sabrosas. Las encontraréis, sobre todo, en el mes de octubre, y se plantan en las comarcas de Osona, la Garrotxa, el Ripollès, la Cerdanya, el Urgell y el Solsonès.

Patata agria

Patata agria

Patata agria: para las patatas fritas

Seguro que los belgas usan esta patata tardía para las patatas fritas que los han hecho famosos. Con esta cocción queda muy crujiente por fuera y blanda por dentro. Además, se puede encontrar casi todo el año y son muy grandes, así que podréis sacar muchas patatas fritas por unidad. También podéis cocinarlas hervidas, cocidas o al horno y el resultado y el sabor no os decepcionarán.

Patatas asadas rellenas con carne picada

Patatas asadas rellenas con carne picada Becky Lawton

Patata platillo: hervida, al horno o como acompañamiento

Es una patata muy pequeña que se utiliza muchísimo para acompañar aperitivos o como guarnición en otras elaboraciones. Su aspecto nos puede recordar a una miniatura de Monalisa porque también tienen la piel y la carne amarillas. A diferencia del resto de patatas se come siempre entera y con la piel, puesto que al pelarla se pierde demasiada carne. Las podéis consumir hervidas y salteadas o al horno como acompañamiento de un asado; sin duda, es la más juguetona de todas.

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