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Ya es jueves graso!

Morcilla de huevo, tortilla y coca de llardons, los protagonistas de la jornada

Butifarra de huevo

Butifarra de huevo

Carnestoltes pone en marcha, como no podía ser de otro modo, con un claro protagonista: la comida. Las fiestas del Carnaval en Cataluña tienen una gastronomía rica y variada en función del territorio desde el jueves graso hasta el entierro de la sardina. El jueves llarder, jueves graso o jueves de las llardufes en l'Empordà marca el pistoletazo de salida de las fiestas de Carnestoltes, un día marcado por la combinación de huevos y carne.

Por todo Cataluña se celebran jornadas gastronómicas con grandes comidas populares, concursos, muestras y otros encuentros gastronómicos. Esta tradición tiene una explicación muy sencilla, y es que, antes, la abstinencia càrnia de Cuaresma era obligatoria. Así, pues, las familias se atipaven de huevos y carne, las restricciones tradicionales, para soportar la austeridad marcada por la religión católica durante siete semanas.

'Por jueves graso, morcilla hasta la nariz'

Actualmente, poca gente sigue una dieta estricta mientras dura la Cuaresma, pero se sigue celebrando la tradición gastronómica del 'día del huevo y el cerdo' en todo Cataluña. Y qué es la mejor manera de combinar huevos y cerdo? Pues la morcilla de huevo, una comida típica de la gastronomía catalana vinculada a Carnaval que data del siglo XVII.

Presenta un color amarillento y se elabora en base de carne de hombro, tocino, carne de la cabeza, huevos, sal y pimienta negra. Según la previsión de ventas de los gremios de carniceros y xarcuters de Cataluña, este año se venderán a las 2.225 tiendas adscritas una media de 150 kilos de morcilla de huevo hasta acabar las fiestas de Carnestoltes, es decir, 250.000 kilos.

Por otro lado, la Fundación Oficios de la Carne y la Federación Catalana de Carniceros y Cansaladers-Xarcuters ya ha escogido las ganadoras del II Concurso Nacional de Morcilla de Huevo Artesana. La mejor morcilla de huevo artesana tradicional ha sido la de Valentí Fàbregas Alier, de Fàbregas Xarcuters (Barcelona), y la mejor morcilla de huevo artesana innovadora ha sido la de Josep Terradellas Delgar, de Can Cerilles de Manlleu.

Tortilla y coca de llardons

Los acompañantes de la morcilla de huevo, que es la estrella de la jornada, son la tortilla y la coca de llardons. A casi todas las comarcas de Cataluña se celebran concursos de tortillas para premiar la más original o la más sabrosa. Por ejemplo, diferentes cocineros, profesionales o forofos de municipios como Barcelona, el Prat de Llobregat o Montornès del Vallès compiten para hacer la mejor tortilla. De hecho, incluso los más menuts hacen concursos de tortillas a las escuelas.

Por el que hace la coca de llardons, es una coca plana, pareciendo a una empanada, rellenada de tocino. El Gremio de Pasteleros de Barcelona y Provincia prepara la demasiada con huevo entero, yema de huevo, aceite, azúcar, levadura y harina. A esta mezcla se le añaden los llardons, algún licor como por ejemplo el anís y, por sobre, los piñones y el azúcar.

Jueves llarder por todas partes Cataluña
Las jornadas gastronómicas, con el cerdo y el huevo como protagonistas, se celebran en todo el territorio catalán, pero cada comarca o municipio sigue sus tradiciones. Una de los encuentros gastronómicos más populares de esta jornada es la fiesta del Jueves Llarder en Vic, la capital de Osona. El cerdo toma el protagonismo a las actividades gastronómicas organizadas por el colectivo Osona Cocina. Durante toda la noche se cuecen los cerdos a una gran brasa en la plaza Mayor para disfrutar de tocino, morcillas y bocadillos de cerdo asado al día siguiente. Además, se organiza una cena con música en directo por atipar-se de tapas de cerdo: royale de foie con caviar de ratafia Bosch y crujiente de cerdo, costilla lacada con miel y calabaza con romero, arroz de calçots con morcilla de harapos, moja-moja de ratafia con carquinyolis de llardons y pistachos, brioix de tocino confitado con cebolla y mayonesa de mostaza, etc.

A los municipios del Baix Ebre, concretamente en Xerta y Alcover, la tradición es comer fogasseta. Es un pan redondo rellenado de tortilla de alcachofas, ajos tiernos y salsitxes, lomo o longaniza. En Tortosa, también en el Baix Ebre, se come baldana, una morcilla corta de arroz, cebolla, grasa y sangre. Por otro lado, al Alguer se cocina la olla pudrida, un símbolo gastronómico de Cerdeña. En Amposta, en el Montsià, es costumbre comer bocadillo de tortilla con salsitxes. También se comen postres de 'comer blanco', en base de harina, arroz y leche.

En el Garraf lo celebran con una xatonada popular: primero el xató tradicional de Vilanova (escarola, atún, anchoas, bacalao y una salsa única); después, tortilla, y, para acabar, coca de llardons. Otros lugares son la Ribera de Ebro, donde cocinan la tortilla de alcachofa, o el Pallars Sobirà y el Alt Urgell, donde se prepara el relleno de Carnaval. Finalmente, algunas de las tradiciones también son el carro de las tortillas de Mataró o el arroz dulce con costra de Valls.

Así, pues, es un día donde la tradición gastronómica catalana muestra su esplendor con platos para lamerse los dedos. También en Mallorca celebran la festividad, que recibe el nombre de 'Últimos días', con ensaimadas caseras y cocas rellenas de productos porcinos.

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