Cómo usar las gelatinas vegetales en la cocina

Hablamos del agar-agar, un alga originaria de los mares del sur de África que se utiliza para estabilizar alimentos y elaborar gelatinas

Golosinas de gelatina / Thinkstock

Golosinas de gelatina / Thinkstock

El agar-agar no aporta sabor ni color a los platos, pero tiene la capacidad de absorber entre 200 y 300 veces su propio peso. Tiene una aportación calórica prácticamente nula. En cambio, contiene mucha fibra soluble y gracias a ello es un alimento saciante y un regulador del tránsito intestinal muy destacable.

Seguid estos consejos para saber cómo lo tenéis que preparar y qué aplicaciones tiene.

 

1. Comprad el agar-agar en polvo. También se comercializa en copos, pero así es más difícil controlar su cantidad y disolverlo.

2. Hidratad el agar-agar. Por cada litro de agua (podéis usar otros tipos de líquido), utilizad unos 10 gramos de gelatina. De todas maneras, id experimentando vosotros mismos para encontrar la textura que os parezca óptima. La cantidad puede variar en función del resultado que se quiera conseguir.

3. Hay que añadir la gelatina cuando el líquido todavía esté frío. Después, ponedlo a fuego lento e idlo removiendo.

4. A diferencia de las gelatinas de origen animal, las gelatinas vegetales sí que se tienen que dejar hervir unos 2 o 3 minutos.

5. Dejad que la gelatina se enfríe antes de ponerla en la nevera. Todavía estará líquida, pero después de un rato en la nevera se cuajará.

6. Se puede utilizar la gelatina para estabilizar salsas, esferificar, hacer un velo, una golosina...También podéis añadir zumo de fruta y tendréis un postre delicioso.

7. Si utilizáis un tipo de gelatina diferente, informaos de sus propiedades y singularidades. No todas las gelatinas se preparan del mismo modo.

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