El secreto de los huevos: la cocción

El huevo no es sinónimo de colesterol, son las formas de cocinarlo lo que lo hacen más o menos saludable

30/08/2018

Uno de los productos que no pueden faltar al abrir la nevera son los huevos. Este alimento es resolutivo y versátil de cocinar, y tanto nos puede salvar de un imprevisto como ser el ingrediente estrella de una elaboración 'gourmet'. Sobre su consumo, empero, hay dudas y controversia. ¿Son perjudiciales o saludables para nuestro organismo? ¿Cuántas veces podemos comerlos por semana? ¿Cuál es la mejor manera de cocinarlos? Los huevos, por su facilidad de preparación, son un producto esencial de nuestra gastronomía. Hay muchos criterios gastronómicos y consejos populares que nos dicen cómo utilizarlos. Los acostumbramos a consumir de gallina, pero estos no son los únicos útiles en los fogones. ¡Hay de todas las medidas y de todos los colores! Desde el CUINA queremos resolver todas vuestras dudas sobre este producto; y, como siempre, ¡proponeros algunas de nuestras mejores recetas para sacarle el máximo partido a este ingrediente!

01 Huevos en conserva

Huevos en conserva Thinkstock

¡Los más buenos!

Algunos consejos que deberíais saber para comprar los mejores huevos y conservarlos correctamente:

  1. Cuando compréis los huevos, fijaos que el código que trae impreso en la cáscara empiece con 0 o 1, porque son huevos de producción ecológica o de gallinas camperas que viven en tierra, pueden salir al aire libre y se alimentan de grano de producción ecológica. Para saber identificar cómo son, los huevos tienen un código de barras de 11 dígitos identificativos en la cáscara. La primera cifra indica la manera en la que son criadas las gallinas: criadas en jaula (3); en tierra y en recintos cerrados sin salir al exterior (2); campesinas, criadas en tierra y que pueden salir al exterior (1), y de producción ecológica (0). Las dos letras que siguen el primer dígito es el código que identifica el Estado de la UE de donde provienen los huevos (SE: Estado español). El resto de números identifican la granja de origen: la provincia, el municipio y el código particular de la granja.
  2. Para guardar los huevos tenéis que conservarlos en la nevera, sobre todo si es época de calor. Hay que colocarlos con la punta hacia abajo y no los lavéis porque la cáscara se debilitaría y facilitaría que los gérmenes penetraran.
  3. Antes de comer el huevo, si os queréis asegurar de que es fresco, se pueden hacer dos pruebas que no os fallarán: si lo ponéis en un vaso lleno de agua y el huevo flota, quiere decir que no es fresco, puesto que los que sí que lo son, se hunden. También podéis romper el huevo sobre una superficie llana y si la yema se mantiene en el centro y la clara es gelatinosa y compacta, es fresco.
  4. Golpeando ligeramente la cáscara podremos saber si el huevo que vamos a cocinar es de gallina joven o de gallina vieja. En el primer caso, oiremos un sonido cristalino y, en el segundo, opaco.
02 Huevo de codorniz a baja temperatura con caviar

Huevo de codorniz a baja temperatura con caviar

Cocinar el huevo de manera saludable

Que el huevo sea un producto más o menos beneficioso para la salud depende de la forma en la que lo cocinemos. Los huevos tienen que ser del día, y no conviene sacarlos de la nevera para cocinarlos, sino que hay que dejarlos a temperatura ambiente. No se tienen que lavar con agua. Para aprovechar sus nutrientes, hay que comerse la yema cruda para respetar los ácidos grasos insaturados, para no oxidar el colesterol y para hacer que sea más fácil de digerir. En cambio, la clara tiene que estar muy cocida para eliminar los antinutrientes que contiene cuando está cruda.

La manera más saludable de comer los huevos es cocinándolos al vapor, escalfados, al nido, pasados por agua o, incluso, fritos a la plancha o a la sartén con muy poco aceite. Estas opciones son mucho mejores que preparar una tortilla, un revuelto o un huevo duro, porque entonces se oxida la yema y el colesterol puede ser perjudicial, ya que nuestro cuerpo lo absorbe.

Y después de esto viene la gran pregunta: ¿cuántos huevos por semana podemos consumir? Evidencias científicas dicen que siete huevos a la semana tienen espacio dentro de una alimentación equilibrada para una persona adulta. En el caso de un niño, o alguien que sufra problemas cardiovasculares, los recomendados son entre dos y cuatro huevos por semana.

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