Batido de yogur y fresas

Tipo de plato Postres

Dificultad Baja

Raciones 4

Rápida y sencilla Vegetariana Sin
gluten

Ingredientes

500 g de fresas
Fresas
El cruce natural de dos freseras de bosque que, en 1714, hizo el botánico François A. Frézier se considera el origen de las actuales fresas y fresones, que, en el Maresme, han encontrado un microclima excelente para su cultivo. La base de la flor es la parte que engorda y adopta el color y la forma típicos de la parte comestible. En la superficie, quedan las semillas, que hay que eliminar al máximo, para evitar que la pulpa se agüe. Al ser una fruta que soporta poco la cocción, suele consumirse en crudo, azucarada o con nata o yogur.
4 yogures griegos
75 g de azúcar
1/2 vainia de vainilla
Vainilla
La auténtica —no hablamos de la que se elabora por síntesis química— nace de la orquídea trepadora, una flor con más de 50 especies, que habitan en la región tropical del planeta. La mejor proviene de la especie 'Vanilla planifolia'. La pequeña vaina (de ahí viene su nombre) se cosecha cuando abandona el color verde para amarillecerse. Después pasa por varios procesos de secado y fermentado, que acaban dándole el aspecto y las propiedades de olor y sabor que conocemos. Tiene un interior lleno de pequeñas semillas y una pulpa ennegrecida, responsable de buena parte de sus propiedades gustativas, gracias al contenido en vanilina. Conservada en botes herméticos, si se cubre con azúcar, este se perfumará, convirtiéndose en azúcar avainillado.
1 culleradeta de agua

Batido de yogur y fresas

500 g de fresas
Fresas
El cruce natural de dos freseras de bosque que, en 1714, hizo el botánico François A. Frézier se considera el origen de las actuales fresas y fresones, que, en el Maresme, han encontrado un microclima excelente para su cultivo. La base de la flor es la parte que engorda y adopta el color y la forma típicos de la parte comestible. En la superficie, quedan las semillas, que hay que eliminar al máximo, para evitar que la pulpa se agüe. Al ser una fruta que soporta poco la cocción, suele consumirse en crudo, azucarada o con nata o yogur.
4 yogures griegos
75 g de azúcar
1/2 vainia de vainilla
Vainilla
La auténtica —no hablamos de la que se elabora por síntesis química— nace de la orquídea trepadora, una flor con más de 50 especies, que habitan en la región tropical del planeta. La mejor proviene de la especie 'Vanilla planifolia'. La pequeña vaina (de ahí viene su nombre) se cosecha cuando abandona el color verde para amarillecerse. Después pasa por varios procesos de secado y fermentado, que acaban dándole el aspecto y las propiedades de olor y sabor que conocemos. Tiene un interior lleno de pequeñas semillas y una pulpa ennegrecida, responsable de buena parte de sus propiedades gustativas, gracias al contenido en vanilina. Conservada en botes herméticos, si se cubre con azúcar, este se perfumará, convirtiéndose en azúcar avainillado.
1 culleradeta de agua

Lavar las fresas y cortar el tallo. Trocear y reservar.
En una sartén a fuego muy lento, fundir el azúcar con la vainilla y una cucharadita de agua; dejar cocer 5 min. Apagar el fuego y dejar que el almíbar se enfríe ligeramente.
Cuando el almíbar esté casi frío, vertir sobre las fresas y dejar reposar 20 min.
Servir los yogures en cuatro vasos y acompañar con las fresas y su jugo.

CONSEJO

Probar a triturar la preparación añadiendo un buen vaso de leche, para obtener un batido de fresa delicioso.