Hace tan sólo unos años, la ginebra continuaba siendo una bebida amarga, fuerte y poco agradecida. Peró pronto aparecieron un sinfín de ginebras premium y una gran variedad de tónicas, que propiciaron una nueva era de este destilado. El gin-tonic se ponía de moda y llegó el gran momento del arte de mezclar sabores con equilibrio. La ginebra vive ahora un moment dorado como reina de los combinados, gracias a su versatilidad. Pero preparar un gin tónic perfecto tiene sus secretos. Os damos las 5 claves definitivas para convertiros en el rey del gin-tonic y de la ginebra.
- Ginebra. La palabra 'ginebra/gin' significa 'enebro', en holandés antiguo. La ginebra nació en el siglo XI en el sur de Italia, se mejoró en Holanda en el siglo XVI y se transformó y popularizo en el siglo XVIII. Existen tres tipos principales: Gin, Gin Distilled y London Dry. Las Distilled Gin pueden añadir aromas después de la destilación, como por ejemplo frutos rojos, flores o color. Las London Dry Gin se pueden hacer en cualquier parte del mundo, pero todo su sabor tiene que salir de una sola destilación, no se le puede añadir nada después. Por lo tanto, si una ginebra tiene color o sabe dulce nunca será una London Dry. Aunque hay que tener en cuenta que las ginebras pueden ser aromatizadas, con ingredientes naturales o artificiales.
- Vaso o copa. Lo ideal es elegir un vaso grande y ancho para que entre todo el refresco y el sabor sea igual de principio a fin. La mejor opción siempre será una copa de balón, ya que nos permite coger la copa sin aportar calor al gin. El secreto es añadir mucho hielo: enfriar las paredes de la copa y descartar el agua sobrante.
- Proporciones. Lo ideal és verter 5 cl de gin, según el gusto de cada uno: si quereis un sabor clásico, seco y especiado, la mejor elección será London Dry Gin, y para un sabor más afrutado, Distilled Gin. El toque especial para un gin-tonic de éxito: añadir 20 cl de tónica fría con delicadeza sobre el último hielo.
- Decoración. Hacerlo por armonía de sabores mezclando menta&lima o canela&naranja. O por connotación, si la ginebra tiene pomelo entre sus ingredientes botánicos se puede añadir un twist o rodaja de pomelo para potenciar su sabor. Las rodajas aportarán un sabor dulce y reducirán la burbuja, mientras que las cáscaras de los cítricos (twist), aportarán aroma y sequedad. Y recordad que el momento perfecto para disfrutar de un buen gin-tonic es cualquier momento del día o de la noche.
- Variaciones. Si lo que buscáis es un combinado de ginebra para tomar en momentos puntuales algunas opciones son:
- Para abrir el apetito, antes de comer, nada mejor que un Negroni (Beefeater Gin, Vermouth rojo y Campari) o un Southside (Plymouth gin menta, limón azúcar y cava).
- En la sobremesa, un Monkey 47 con tónica y twist de limón.
- De tardeo. Seagram’s gin, limón, azúcar y soda o un Malfy Spritz (Malfy Arancia gin, espumoso, soda y rueda de naranja)
- Por la noche. En una velada tranquila, un Dry Martini (Plymouth gin, vermouth seco al gusto, enfriado en vaso mezclador o en coctelera y decorado con limón o aceituna o ambos).
