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Cinco años de Gancho de Verano

El restaurante Hace falta Gancho saca zumo a su exterior con música y gastronomía entre junio y septiembre

gancho de verano

gancho de verano

En una casa solariega del siglo XVIII, entre campos, viñas, almendros y montañas del Campo de Tarragona, hay un pequeño paraíso que de junio a septiembre saca zumo a los anocheceres con música y gastronomía. Se trata del Gancho de Verano, un espacio que este año celebra cinco años de vida a Masmolets (Valls), después de la reconversión del restaurante de calçotades (Hace falta Gancho) en marco incomparable para acabar los días más calurosos en buena compañía.

Desde el año pasado, Andreu Guasch es el responsable de dirigir la oferta veraniega que de martes a domingo se organiza al exterior del restaurante. Desde las 19 h se pueden probar cervezas artesanas, tés, infusiones y aperitivos para abrir el hambre de las cenas que se sirven. Comidas informales sobre palets y almohadas, cenas a la carta o para grupos que convierten los productos más próximos y tradicionales en combinaciones atrevidas e innovadoras.

La brasa es una de las protagonistas de la cocina del Gancho de Verano, con platos de carne y pescado que resaltan las calidades de la materia primera con toques de la cocina local. Los bocadillos de autor son el centro de atención de los martes, día en que el establecimiento cocina para todos los bolsillos con una oferta que, con postres y bebida, sale por 7,5 €. Y los domingos es el día de la música en directo, compañía perfecta para alargar la velada con las copas que se sirven.

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