La primera es una herramienta que ya funciona en una decena de restaurantes catalanes —de momento en Barcelona, Badalona, Mataró y Girona—, y consiste a simplificar y agilizar la relación cliente-camarero. A cada mesa del local le corresponde un código QR con la carta. El pedido se hace a través del dispositivo móvil y directamente llega a la cocina, donde los platos empiezan a prepararse. De este modo la comunicación con el camarero pierde bastante, evitando posibles equívocos, y la organización gana rapidez. qlikBar también permite hacer recomendaciones y valoraciones de los restaurantes, colgar fotografías y conseguir descuentos. De momento la aplicación se puede obtener a través de la plataforma Android y pronto estará para Apple.
La carta digital de Vinsdecatalunya.cat, que varios restaurantes catalanes ya sirven a la hora de hacer el pedido, también es un código QR que hay que descifrar. A cada estación se recomiendan una quincena de vinos catalanes escogidos por enòlegs y sommeliers expertos y, además, se pueden ver vídeos que explican las características de cada referencia. Un complemento que ayuda a escoger el vino y aporta una nota diferente a la comida.
