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La comunidad boliviana de Barcelona

Los andinos de la capital catalana se reúnen alrededor de comidas copiosas en que no faltan la carne, el arroz y la patata

Chicahrrón mixto - Quién come que boliviano

Un 'chicharrón mixto', con 'mote', carne de cerdo, patata, zanahoria y 'ají'

Sopa de chairo - Quién come que bolivianos

La sopa de 'chairo' contiene 'chuño', carne de ternera, guisantes y maíz pelado

Planchita - Quién come que boliviano

La 'planchita' trae carne de pollo y ternera con plátano, xoriç, huevo, mazorca y patata

Ají de lengua - QMQ bolivianos

Lengua de ternera con salsa de 'ají', el picando andino

El primero que necesita un profano en la cocina boliviana es un diccionario gastronómico capaz de traducir al catalán el nombre de los productos y platos del país latinoamericano y, así, prepararse para la aventura de visitar un restaurante de estas comarcas de ultramar. El comensal se encontrará con tres detalles inesperados. El primero, el baile de nombres que desfilan por la carta. El segundo, los ingredientes y técnicas culinarias descritos en la respuesta a la necesaria pregunta "Y este plato que trae?". El tercero, la aportación calórica y la cantidad de comer de la ración pedida.

La comunidad boliviana representa el 5,3% de la población extranjera de Barcelona y es, con 14.867 habitantes, la quinta más numerosa de la ciudad. Concentrada en los barrios de Ciutat Vella, Nuevo Barrios y Sants, se reúne los fines de semana alrededor de la comida, ya esté en casa con amigos y familiares o en restaurantes como el Asador, un local en que desde hace seis años se sirven entrantes como el 'kawi' y el 'fricasé' y, según cómo, lo 'pico macho' o el 'sillphancho'. Eso sí, siempre preparados con ingredientes "latinos" importados de Bolivia, el Ecuador o el Perú y comprados en tiendas de víveres latinoamericanas.

Carne, patata y arroz

A pesar de que los platos varían según la región del país, hay dos ingredientes que no pueden faltar: el arroz, normalmente hervido, y la patata, que puede ser secada ('chuño'), blanca (hervida y pelada), freída o hervida con piel ('en su cáscara'). El maíz ('choclo') queda en segundo lugar, pero, como la 'papa', también toma varias formas y sabores: en mazorca; pelada ('mote'), triturada a la sopa ('maíz al agua') o en refresco (pelada y hervida con azúcar), el llamado 'somó de maíz'. A banda queda el 'apio', una bebida de trigo morado cocido con un poco de harina que se suele tomar para desayunar.

La comida, la comida principal, se hace entre las 12 y las 14 h. Empieza con una sopa o unas 'salteñas' (panades de pollo con verduras) y continúa con un segundo. No se suele acompañar con pan —si de caso se pone a la sopa—, pero sí con una de las dos bebidas no alcohólicas estrella. La 'chicha de mandé', hecho con cacahuete, y el 'mocochinchi', un refresco de melocotón (hervido a la canela) que contiene un de secado en el fondo de la jarra en que se sirve.

Mirando la carta de la Asador, resulta fácil averiguar, ahora ya sin el diccionario en la mano, si los bolivianos son más de carne o de pescado, puesto que a las especies marinas ni siquiera se hace mención. La carne aparece en la sopa, 'machucada cono piedra' (molida para hacer uno enlucido) o enrollada con 'cuero' (piel) de cerdo. Hay de llama secada en el 'charque'; de pollo en la 'changa de pollo'; de cerdo en el 'chicharrón' o en el 'fricasé', y de ternera en el 'sillphancho' o en las sopas de 'chairo' y 'mandé', en que la carne se remoja en un caldo de cacahuete crudo licuado.

Postres, café y salsa picando
No es costumbre comer fruta a los postres. Esta se consume a lo largo del día o para cenar, una comida más frugal. A la comida, o bien se bebe —recordáis el 'mocochinchi'—, o bien se come cocinada, como el plátano, que es freído a la 'planchita' o tostación al lechón ('lechón') al horno.

De hecho, los postres y el café se sustituyen por dos juegos populares de mesa: uno de dados y la versión boliviana de la 'rayuela'. En esta los jugadores tienen que lanzar una moneda desde cierta distancia y hacerla entrar en el agujero de una caja de madera alargada.

Por cierto, quien quiera sensaciones fuertes que pida un plato con 'ají', una salsa picando hecho con tomate y el mismo 'ají', un bitxo andino del cual Bolivia reivindica el origen.

Restaurando Asador. Llobregat, 90-92. L'Hospitalet de Llobregat. (M. L5 - Collblanc). Entrantes, entre 4 y 7 €. Según, entre 8 y 20 €.

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