Después de dos años con buenas cosechas, se esperaba que este 2015 tuviera una producción menor por el desgaste de los cepos. Además, también tenían en cuenta las heladas primaverales en variedades tempranas como el chardonnay, alguna granizada y la falta de lluvias. Por todo esto, se esperaba una fuerte reducción de la cosecha, concretamente alrededor del 30% de la producción global de todo Cataluña. Al final, la cifra se ha visto reducida sólo en un 4% respecto del 2014.
La vendimia se ha visto avanzada entre 10 y 15 días por las intensas oleadas de calor del mes de julio. Aún así, la uva presenta un buen grado alcohólico y la variedad de uva negra tiene una madurez fenólica con una buena calidad.
