Nunca hubieran imaginado celebrar el quinto aniversario de la apertura de Llet Crua con mascarillas, guantes y restricciones de clientes a la hora de entrar a comprar en la tienda. De hecho, los responsables de esta quesería del barrio barcelonés de Sants había pensado hacer una raclette popular para conmemorar la fecha, una propuesta que de momento tendrá que esperar. Porque el Covid-19 y el confinamiento de la población no da opción a mucha fiestas. La disminución evidente de clientes presenciales ha obligado Xevi Miró y Maria Carroll a reducir el horario de apertura de la tienda y, de hecho, la fuerte bajada de la facturación —"si viniera acompañada de ayudas públicas"— haría más rentable cerrarla temporalmente. Pero, en Xevi, no sólo defiende que "la leche fresca, los yogures y el queso artesano en general" son de consumo necesario, sino que también "por filosofía, no quiero que la gente los tenga que comprar en grandes superficies".
Miró considera que la pandemia del coronavirus es un golpe muy fuerte para el sector, con una preocupación especial para los pequeños productos artesanos: "Gente que continúa teniendo leche para hacer los quesos y que tendrían que apostar por hacer quesos curados porque se conservan más tiempo y mejor, pero no es una tarea fácil; quizás no tienen las instalaciones adecuadas o quizás no saben hacer, de curados, porque no han elaborado nunca antes." Firmes defensores del producto hecho a pequeña escala, estos días "nos estamos centrando sobre todo en quesos catalanes, que compramos directamente a los productores, además de algún otro lácteo foraneo, pero habitual, como puede ser alguna mozzarella italiana". La variedad de lácteos que normalmente hay el Llet Crua, ahora se ha reducido a la mitad. Por eso, en Xevi considera que "hoy por hoy, con los lácteos catalanes ya tenemos suficiente y también es una manera de ayudar al productor de proximidad, gente que conozco bien, que son amigos, que sé por la situación que están pasando". A pesar de todo, es consciente que "se puede ayudar poco en estas situaciones, sólo es un granito de arena, pero mejor esto que nada". En la misma línea, defiende la compra en tiendas de proximidad, más pequeñas y con menos tránsito de personas que en grandes supermercados.
Un barrio solidario
A pesar de la sacudida social y económico de estos días de confinamiento generalizado, hay muchas historias de solidaridad comercial y vecinal y Sants no podía ser menos, ya que es un barrio que, a menudo, ha demostrado su capacidad de autoorganitzarse. En Xevi explica que "tenemos clientes que vienen a comprar para los padres, para un vecino mayor, una vecina con problemas de movilidad.. son pequeñas redes que se forman de manera espontánea". Con los elaboradores también intentan organizarse, de forma que a todos los sea algo más fácil continuar con el trabajo, pero también hay algunos aspectos negativos, como grandes grupos empresariales, que devuelven pagos que ya habían hecho. Son microanecdotas que ponen de manifiesto el talante de cada cual, pero que hacen valorar algo más el papel del comercio de proximidad.
Leche Cruda
Cáceres, 14. Barcelona. Tel. 93 5031 543.
http://lletcrua.cat / @lletcrua
