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Los tornillos a la cocina del paleolítico

Los humanos ya comían hace unos 30.000 años, según han concluido los trabajos arqueológicos en una cueva de Benidorm

Fósiles de tornillos de tierra encontrados a la cueva de la Barriada de Benidorm

Fósiles de tornillos de tierra encontrados a la cueva de la Barriada de Benidorm

Hoy en día, los tornillos son un alimento bastante popular a la cocina de casa nuestra. Pero, cuando entraron a formar parte de la dieta de los humanos? Los arqueólogos del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES) parece que han encontrado la respuesta. Y es que en el yacimiento de la cueva de la Barriada, en Benidorm (Marina Baixa), han aparecido numerosos restos de tornillos de 30.000 años de antigüedad. "Hay tantos, que es imposible atribuirlo a causas naturales", ha explicado el coordinador de los trabajos, Javier Fernández López. "Los tornillos son adultos, no hay de pequeños, signo inequívoco que fueron recogidos y seleccionados para ser consumidos. Esto lo hicieron humanos que tenían muy clara una estrategia de selección", ha añadido.

Algunos de los tornillos encontrados mostraban signos de haber sido alterados térmicamente y estaban cerca de un tipo de fogars que seguramente sirvieron para cocinarlos. El estudio incluso menciona que fueron cocidos sobre las bases de leña de pino y enebro a una temperatura inferior a 375 ºC. El consumo de este recurso alimentario en esta zona se produjo unos 10.000 años antes al documentado al norte de África y el resto de Europa. Los restos más antiguos correspondían hasta ahora a un yacimiento francés. Además de los tornillos, también han aparecido restos de siete hogares de leña y varios huesos de caballo.
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