Hasta ahora, los responsables de La Bodega de Can Roca de Girona asesoraban el restaurante del hotel, pero con el cambio pasan a convertirlo en espacio gastronómico y el bar gana presencia y espacio. El nuevo Roca Moo trae la cocina a la sala, mientras que Roca Bar controla el lobby del hotel, con la cocina de vanguardia informal como carta de presentación. Un bar para 80 comensales y horario ininterrumpido hasta la una de la madrugada donde se pueden compartir platos informales, de calle y aptas a todas horas. Los mediodías de los días laborables habrá un menú por 19 euros, una posibilidad de comer con el sello Roca y después volver al trabajo.
El cambio ha implicado una reforma del interiorismo de los bajos del hotel, como siempre elegante y moderno, a la altura de la gastronomía que ofrece.
