Se busca el mejor joven cocinero y camarero de Cataluña
Una veintena de alumnas de las escuelas oficiales de hostelería y turismo han competido para representar el Principado al SpainSkills
A la cocina, preparando los platos de la competición
Acabando un plato de la hora de la comida
Concursando y jurado a la prueba de sala
A 50° salían los platos de los fogones de la Escuela de Hostelería y Turismo de Girona el jueves 10 de mayo, a pesar de que la temperatura dentro de la cocina era de plena ebullición. Un año más se celebraba el CatSkills, el concurso de jóvenes cocineros y camareros organizado por el Departamento de Enseñanza, con el apoyo la revista COCINA y la colaboración de Aneto, Nestlé Profesional y bodegas Torres, entre otros.
Estas olimpiadas de oficios se organizan a todas las comunidades autónomas, y en Cataluña se ha hecho la cuarta edición. Tienen como objetivo encontrar lo/la joven de menos de 21 años con más habilidades y destrezas en su campo. El vencedor de este año en la modalidad de cocina ha sido Genís Costa (Instituto Escuela de Hoteleria y Turismo de Lleida), y en segundo lugar, Sílvia Llunell (Instituto Escuela de Hoteleria y Turismo de Girona). En la modalidad de servicio y bar ha sido premiado Miguel Escribano (Instituto Escuela de Hostelería y Turismo de Girona), y en segundo lugar, Alba Puyol (Escuela Joviat, de Manresa).
Once flamantes cocineros salen esglaonats con sus platos ante el jurado. Mientras tanto, en sala, compiten ocho jóvenes más en el arte de saber servir. Después de semanas de preparación la cursa de fondo llegaba a la línea de meta. Obstáculos, nervios, esfuerzo… y por fin había llegado el día de la competición. Todos ellos visten la responsabilidad de haber sido escogidos los mejores alumnos de sus escuelas, pero el compromiso no acaba aquí; CatSkills es el primer tramo de este maratón de la perfección que culmina a WorldSkills. Una primera prueba para darlo todo, para coger conocimientos y fuerza para que los vencedores representen Cataluña a los SpainSkills y, seguidamente, a los mundiales.
Cocinar bajo presión
Los nervios tenían hambre y se comían las tres horas y media que tenían los alumnos para elaborar tres platos: uno de cocina creativa basado en bacalao, un plato clásico igual para todos los participantes (pato con salmís) y guarniciones (patatas suflé, patatas tornejades y cebetes glacé). Cada alumno elaboraba dos raciones, una para exponer y la otra que sería valorada por un profesor que no fuera el suyo y por la opinión de un jurado externo.
"Todo el jurado ha reconocido la buena cocina, pero hay que decir que el nivel de cocina clásica es bajo. Creo que todo y el talento que veo en los jóvenes se ha perdido el valor de la cocina clásica. Pienso que hay que aprender a andar antes de correr y ser vanguardista." Este era el consejo que dio en el momento de la entrega de premios el crítico gastronómico y presidente del jurado de cocina Salvador García Arbós. Y añadía que "lo hemos valorado del mismo modo que lo haríamos si fuéramos a un restaurante, allá seríamos críticos y aquí también lo tenemos que ser".
"El cocinero que ha ganado tiene un enorme respeto por el producto"; el jurado se refería a Genís Costa, que creó una xatonada de bacalao con productos de Lleida como morcilla negra, judía blanca, tomate o escarola. "Pensé que mucha gente haría un plato caliente y poco tradicional y yo quería salir un poco de la normalidad", afirmaba el vencedor de cocina. Ser servicial
"Serenidad, elegancia y perfección", así describe Miguel Escribano, ganador de la modalidad de servicio y bar, las destrezas que se tienen que tener en la sala. Los concursantes tenían que vestir una mesa, hacer el corte de salmón, la decantación del vino, utilizar la técnica de pelado y corte de fruta o encontrar la simetría en los pliegues de las servilletas. En esta modalidad se presentaron nueve escuelas —una de estas abandonó en el último momento.
El 3 de mayo pasado se celebró al Instituto Escuela de Hoteleria y Turismo de Barcelona el campeonato CatSkills de pastelería, en qué participaron un total de cinco escuelas. La alumna de la Escuela Joviat de Manresa Helena Postigo fue la ganadora de esta modalidad. Después de este mayo lleno de nervios, el ambiente se relaja hasta enero y febrero de 2013, cuando los ganadores de esta edición catalana competirán a los SpainSkills.