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06/07/2017El verano es el momento del año más esperado, puesto que muchas personas hacen vacaciones. Algunos optan por viajar a otros países, y, desde el CUINA, nos gustaría daros algunas ideas. Os proponemos una serie de destinos para descubrir la gastronomía de otros lugares. Los platos y las técnicas culinarias tradicionales de cada lugar son una forma de conocer el país. Animaos y disfrutad de vuestros viajes con todos los sentidos, sobre todo el del gusto. ¡Buen viaje y buen provecho!
'Hangi', estilo de cocina de los maoríes Thinkstock
La gastronomía de Nueva Zelanda os sorprenderá por la cantidad de influencias que ha recibido de otras cocinas del mundo. Entre sus platos podemos encontrar vestigios de las tradiciones culinarias de las tribus indígenas maoríes, los colonizadores ingleses, países europeos y asiáticos, etc. El resultado es una gastronomía multicultural y muy interesante. En Auckland podéis encontrar restaurantes de todo tipo, desde 'sushi' hasta cocina mexicana.
En los mercados y las ferias, que se hacen tanto de día como por la noche, encontraréis alimentos polinesios y asiáticos. Uno de los productos más comunes es la 'kumara', una especie de moniato, o la feijoa y el 'tamarillo'. Otra curiosidad es que los maoríes siguen preparando la comida en un 'hangi', es decir, cocinan los alimentos enterrados con piedras calientes en una celebración popular.
'Imdihdan' en el mercado de Aghbala. Meritxell Serra.
Marruecos es un lugar exótico, con un encanto especial y una cultura única. Estas características las encontramos reflejadas en su gastronomía, que no deja indiferente a nadie. En la cocina marroquí el pan está muy presente y podemos encontrar diferentes clases: 'baghrir', 'msemmen', 'harcha', etc. En las montañas del Atlas, el más común es el 'bouchiar', un pan espeso sin levadura que se come con empapado de aceite y miel. También son típicas las 'kroasa', pastas de harina, mantequilla, azúcar y cacahuete.
La cordillera del Atlas se encuentra en medio de este país, un lugar donde la agricultura y la ganadería mantienen las técnicas tradicionales. En los mercados, podréis degustar brochetas de carne, 'kefta' o 'imidhidan', vísceras de vaca enrolladas con los intestinos en un palo de madera que se cuece a la brasa. El plato nacional estrella, a pesar de que su origen es bereber, es el cuscús. Cada viernes se suele servir acompañado de ternera, pollo, verduras, etc.
'Gulasch' checo. Ferran Caldés.
La oferta gastronómica de Praga se basa en platos de carne, puesto que la República Checa no tiene costa. Las cartas de los restaurantes suelen incluir las comidas típicas de la ciudad, pero también encontramos recetas de otros lugares del mundo. El curso de la historia de la zona ha pasado por la ocupación de varios países europeos, que han ido dejando su huella gastronómica. A día de hoy, podéis encontrar 'gulasch' –una sopa en Hungría que han transformado en una salsa–, los 'knedlíky' –albóndigas austríacas– y los 'trdelník' –dulces eslovacos y rumanos–. Así pues, en Praga encontraréis buena comida, pero, sobre todo, buena cerveza. En el barrio de Žyžkov hay un montón de cervecerías que hacen de esta ciudad un verdadero paraíso para los amantes de la cerveza. No os podéis perder la Beergeek Pivotéka ni la Pilsner Urquell.
Bara Brith, un 'welsh cake' con pasas y azúcar. Charlie Allwood.
La cocina galesa es sencilla pero peculiar, y sorprende por los ingredientes y los sabores de sus platos. Uno de los productos más tradicionales es el 'laverbread', un pan de algas, tocino frito y berberechos que suelen servir como primer plato. Otra de las recetas más típicas es el cordero galés, que está bañado en un 'cawl' o estofado jugoso. En cuanto a los dulces, se comen para acompañar el té de las cinco y los más comunes son los 'welsh cakes', con pasas y azúcar. En referencia a las bebidas, la destilería Penderyn hace 'whiskys' que han ganado galardones, ginebra, vodka y licor de crema.
En la zona de Cardiff encontramos el pueblo de Abergavenny, donde celebran el Abergavenny Food Festival. En este festival encontraréis los productos 'made in Wales' más peculiares, como el chorizo de ternera o la morcilla negra de cordero. Por lo que atañe a los restaurantes, os recomendamos visitar Y Dosbarth, de cocineros en formación, y The Clink, llevado por los prisioneros de la prisión local. Dos establecimientos cuando menos curiosos y con una comida que os sorprenderá.
Costillas de cocodrilo con patatas o arroz y ensalada. James Horan; Destination nsw y Paula Llull.
Australia es un país muy característico y su gastronomía lo es todavía más. Un ejemplo es su versión de las 'fish & chips' británicas, que preparan con tiburón. Las podéis probar en las terrazas próximas a la playa o en el Fish Market, donde también encontraréis ostras de Sydney (las Rock y las del Pacífico). En cuanto a la carne, las cartas de los restaurantes incorporan platos de carne o 'pizza' de cocodrilo, carne o hamburguesa de canguro, etc.
También son unos auténticos reyes de las barbacoas y en los restaurantes os pueden servir 'angus' o 'wagyu' a la brasa, una auténtica delicia. Para beber toman 'kombucha', una bebida ácida a partir de té con levadura fermentada. Lo podéis probar en el Leichhardt, el bar de la empresa familiar que lo elabora artesanalmente.
Cocina a pie de calle en la India. Eric Donate.
La India es un país con una gran belleza y mucha historia. Su gastronomía deja entrever las influencias afganas y persas en sus recetas. En el restaurante de Karim's, cerca de la gran mezquita, sirven los platos más tradicionales de la cocina india, como el 'tandoori roti', el 'shahi paneer' o el 'kheema'.
El mercado de especias de Vieja Delhi es el más grande del mundo y es una parada imprescindible, puesto que encontraréis en él productos que tan sólo hallaréis allá. Podéis probar los 'jalebis' del Old and Famous Jalebi Wala, unos churros mojados en almíbar de especias, o las 'samosas' japonesas del Manohar Japani Samosa, que se sirven con curri de garbanzos. En la Hauz Khas Village encontraréis buenos restaurantes, como el Naivedyam o el Toddy Shop. También recomendamos visitar el Indian Accent, un local muy exclusivo del chef Manish Mehrotra.
Los portugueses son expertos en bacalao. Àlex Tarradellas.
La gastronomía de Lisboa es muy marinera y son unos auténticos expertos del bacalao. Las sardinas o jureles a la brasa, la dorada, la caballa y, sobre todo, el bacalao son los protagonistas de los platos estrella de la ciudad. Si queréis probar el bacalao en todo su esplendor, os recomendamos visitar Casa do Bacalhau y el Laurentina. También podéis visitar el Mercado Da Ribeira, donde encontraréis un montón de paradas en las que podréis probar diferentes productos locales.
Así como en el Estado español encontramos tapas en todas partes, en Lisboa han hecho suyo el arte de 'petiscar'. Los 'petiscos' son una especie de tapas o 'snacks' que sirven de aperitivo. Podéis probarlos en la Petiscaria Ideal, la Estrela da Bica, la Taberna da Rua das Flores, la Taberna Portuguesa, la Sol e Pesca... Por otro lado, en la ciudad también podéis probar vinos y quesos realmente buenos en establecimientos como la Queijaria.
'Mochis' de Tokio. Laia Serra.
La cocina japonesa ha llegado a casi todos los lugares del mundo y ha sorprendido a todo el mundo con sus sabores, sus texturas y sus técnicas culinarias únicas. Si os encanta la comida del país nipón, no dudéis en visitarlo y probar su oferta gastronómica de primera mano. En Tokio, el mejor pescado lo encontraréis, sin duda, en el mercado de Tsukiji. Sus subastas de atún son un verdadero espectáculo. En los restaurantes de los alrededores podéis probar el 'sushi' que hacen con este pescado, acompañado de sopa de miso y té verde.
El 'ramen' es el otro plato estrella de la gastronomía japonesa y, de hecho, en Tokio encontramos una calle especializada: el Ramen Street. Por otro lado, en toda la ciudad os servirán té 'matcha' de una calidad excepcional, que también está muy presente en los dulces japoneses como los 'mochis' o 'dorayakis'.
El Kensho es un referente de la comida cruda. Nora Pojornovsky.
Argentina es un destino gastronómico para los más carnívoros, puesto que la carne es la protagonista indiscutible de su cocina tradicional. En Buenos Aires, en el barrio de Palermo, podéis encontrar establecimientos como La Cabrera, donde comer bondiolas de cerdo, pamplonas de pollo, achuras o bife. Otro restaurante que sin duda os gustará es el Mishiguene, donde podéis degustar platos de la cocina sefardita, la asquenazita y judía.
En Palermo Hollywood encontraréis El Kensho, un local referente del crudivorismo, donde podéis probar pan sin cocción, cebiche de setas, sopa de espinacas 'raw', cantimpalo 'wad' (embutido de semillas), etc. Por otro lado, en Palermo Bellini encontraréis locales muy bohemios donde toman el café en bikini. Destaca El Baqueano por su oferta: ñandú, llama, yacaré, langosta de río, faisán, perdiz, codorniz, liebre, jabalí, chivito... Si queréis probar los mejores bifes de la ciudad, visitad El Obrero, un restaurante de dos asturianos.
'Pizza' de Chicago Thinkstock
Chicago es una ciudad con un estilo culinario propio, con comidas deliciosas pero no muy saludables. Ya es sabido que la gastronomía americana no es muy 'light', y, en esta ciudad, seguro que ganáis un par de kilos. En los restaurantes podéis encontrar la característica 'pizza' al estilo Chicago. Gruesa, con masa rellena de salsa marinera, queso y más ingredientes. Irresistible pero diferente, así que no la comparéis con una italiana.
Aparte de esta 'pizza', que nos recuerda a un tipo de 'quiché', podéis probar el famoso Chiago Dog. Este 'frankfurt' con pan de semillas de amapola, relleno a base de mostaza, cebolla, pepinillos, tomate y pimiento no os decepcionará. Los más buenos los encontramos en Portillo's, un bar cien por cien americano, pero podéis degustarlo en los 'food trucks' que hay por toda la ciudad. Finalmente, si queréis saltaros la dieta de verdad, probad las palomitas con el Windy City Mix, es decir, con queso cheddar y caramelo.
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