Cataluña, un territorio geográficamente diverso y rico, es tierra de granjas y cortijos. Es territorio ganadero y una región donde se producen grandes quesos. El Urgell, la Cerdaña, el Pallars... los amantes del queso están de suerte en Cataluña y es que la diversidad y calidad de este producto es enorme. Así que aquí os traemos una selección de cinco quesos catalanes espectaculares. Una delicia para el paladar que probaréis y rápidamente correréis a la tienda para volver a comprar.
- El primero de todos es el grupo de quesos Molí de Ger. Hechos en la Cerdaña, en el municipio de Ger, se elaboran a partir de leche cruda de vaca y su tiempo de maduración en cámara va de entre 2 meses (Queso de pell rentada Puigpedrós) hasta los 6 que se puede llegar a pasar el queso de pasta cuita Altejó. Se pueden comprar en piezas de 1 o 2 kilos y son geniales acompañados de mermeladas, frutas dulces o confitadas, melocotón, membrillo o frutos secos como las nueces o las avellanas.
- El Fermió de La Balda es otro gran ejemplo de queso catalán. De leche cruda de vaca y cuajada láctea, es decir, coagulación ácida, el Fermió es un queso de pasta blanda y piel florecida blanca. Es un queso pequeño, de un peso aproximado de 100 gramos y elaborado en el momento de extraer la leche de la vaca y con un proceso de maduración corto que va de las 2 a las 4 semanas. Un queso blando, que se deshace en la boca, pero de sabor contundente, similar al Saint Marcellin francés.
- Otra opción es el queso Urgelia Cadí DOP, elaborado a partir de leche de vaca pasteurizada del Alt Urgell y la Cerdaña. Este es un queso muy común que se puede encontrar en la mayoría de queserías de los supermercados catalanes. En los pasados Sofi Awards organizados por la Specialty Food Association y que se organizan cada año en los Estados Unidos, el Urgelia fue galardonado con el premio a mejor queso de leche de vaca. Un queso obligatorio y de gran relación calidad-precio.
- Los Quesos Montbrú, elaborados en el Moianés a partir de leche de cabra o bufala son algunos de los quesos más singulares y propios de la gastronomía catalana. Ya sea el Sarró de cabra, comercializado en piezas enteras de 1 kilo y con esta forma de cuatro cuernos tan propia, o el queso fresco, el requesón o el curado, perfecto para acompañar con cerveza o vino, y gustos fuertes de frutos secos en boca y comercializado en piezas de 2 kilos. Los quesos de cabra son su especialidad así como el Cheesefuet, un queso embutido dentro de una tripa vegetal y que le da este nombre y apariencia tan característico. Cuentan con una tienda online.
- Por último el Craba, un queso de leche cruda de cabra, de pasta blanda, piel lavada y con una costra de color salmón elaborado en Taüll. Se trata de un queso de gusto suave pero aroma intenso y madurado dos meses en cámara. Ahora no lo encontraréis, porque es estacional y sólo está disponible de marzo a octubre, pero os podéis apuntar su nombre para de aquí unos meses còrrer hacía la tienda para comprarlo. Craba, por cierto, el nombre de este queso delicioso, es la forma aranesa de referirse a la cabra.
