Can Matons se presenta en sociedad cómo un nuevo proyecto vinícola, dentro de la DO Alella, que apuesta por los vinos finos de viñas históricas y pequeñas producciones, que respetan la tradición y el legado de una de las denominaciones de origen más antiguas de la península. Can Matons se enmarca dentro del proyecto de Raventós Codorníu que, bajo el nombre de Vinos de Legado, engloba cinco pequeñas bodegas: Portal del Montsant, Scaladei, Abadía de Poblet, Montargull (Parxet, Mont-Ferrant y Titiana) y Can Matons. Se trata de pequeñas bodegas que tienen especial cura de sus vinos, desde la viña hasta la mesa, y que respetan la historia, la tradición y la manera de hacer artesana y ancestral, en palabras del enologo Ricard Rofes, responsable del proyecto.
Cinco referencias
Can Matons, heredero del emblemático Marqués de Alella, toma el nombre de la masía histórica (siglo XVIII) situada entre las viñas de Santa Maria de Martorelles (Vallès Oriental). De momento, se han elaborado cinco vinos, que se empezarán a comercializar online el primero de enero del 2022. Se trata de vinos "pensados desde la viña" y que ponen en valor el territorio: dos vinos de pueblo (Sant Fost de Campsentelles 2020 y Santa Maria de Martorelles 2020), dos vinos de viña única (La Vinya del Músic 2018 y La Vinya de Can Xec 2019) y un genérico (Can Matons Pansa Blanca 2020). Los precios de venta al público oscilan entre los 12 euros del vino genérico a los 40 euros de los vinos de viña.
Reinvindicar la pasa blanca
El denominador común es la variedad autóctona de la zona (pansa blanca) y la singularidad de las viñas, todas ellas históricas. Según destaca el enòleg de Can Matons, Xevi Carbonell, "son vinos honestos, elaborados de forma sencilla y respetuosa, para mantener todos los matices que nos dan las parcelas. Reivindicamos la elaboración de vinos finos: equilibrados, frescos y suaves que permitan al consumidor disfrutarlos como es debido".
Con su renacimiento, Can Matons también quiere reivindicar la calidad de los vinos de Alella, la DO más pequeña de Cataluña y una de las más antiguas de toda la península Ibérica. Sus vinos, alabados ya por los antiguos romanos y que fueron los preferidos de los barceloneses y los más exportados a la Edad Media, han preservado la calidad durante siglos.