Cataluña siempre ha sido una tierra ligada a destilados y bebidas alcohólicas. Tradicionalmente origen de aguardientes y actualmente exportadora de cervezas, vinos y cavas de gran calidad. Pero evidentemente Cataluña no es sólo territorio de birra y vino, sino que también es el origen de grandes licores, menos conocidos, pero de sabores inconfundibles, exclusivos, propios de la tierra, geografía, clima y gastronomía del país. Repasamos una serie de ellos, menos famosos que todos este vinos DO, pero que vale la pena probar al menos una vez en la vida.
- El Licor de manzanilla es una bebida con una fuerte tradición en las comarcas de Ponente. Tiene su origen en Bellpuig d'Urgell, anterior a la Guerra Civil, cuando se perdió. Pero Cervera lo recuperó y ahora es la bebida insignia de la Segarra. Obviamente su origen está en las hojas de la manzanilla, dejadas macerar hidroalcohólicamente durante 40 días, y presenta un color dorado así como un gusto ligeramente dulce.
- Otra bebida con el distintivo de producto de la tierra es la Malvasia de Sitges. Este licor proveniente de Grecia se cree que entró en Cataluña alrededor del siglo XIV y ya se quedó. De hecho, aparece mencionado en novelas como Tirant lo Blanc. Se trata de un vino (cepa blanca) blanco, dulce, de fuerte olor y de alta graduación.
- Un licor tradicional y con grandes propiedades digestivas es el Aromas de Montserrat. Licor de hierbas originario del monasterio situado en la famosa montaña de la Cataluña Central. Se trata de un destilado con base de agua, azúcar, alcohol y 12 hierbas propias de la montaña cómo son el tomillo, el enebro, el espliego, la canela, el clavel de especia y el cilantro entre otros.
- Y en cuanto a aromas, también tenemos el Aromas de Rupit, típico de Osona y hecho a partir de hierbas aromáticas y naranja. Destaca especialmente la menta, que junto con la naranja, le dan este color amarillo-verdoso tan particular. Intenso, refrescante y de una graduación ligeramente superior a los 20º. No excesiva tratándose de un licor.
- El Aiguardent de Prat del Comte es una bebida tradicional catalana que este municipio de la Terra Alta recuperó a principios de siglo. Una bebida que proviene del vino y que se acaba macerando con hierbas típicas de la zona como la Beata Maria. Tiene una graduación alta, alrededor de los 40º, y un gusto de anís de mezclarlo con matafaluga.
- Y por último también tenemos que mencionar el Licor de cassís típico de tierras occitanas como la Valle de Aran. Está hecho en base de aguardiente y grosella negra, que le baja la graduación y le da un gusto dulce y afrutado maravilloso. Su tiempo de elaboración es largo pues el aguardiente y la grosella tienen que estar juntos durante un par de meses antes de filtrarse, pero vale la pena.
