Los alumnos de escuelas de cocina de toda Cataluña están convocados a participar en la segunda edición del ‘master chef de alumnos catalanes’. Según se indicó en la presentación de los premios, que se hizo el miércoles 16 de febrero, los II Premios Gastronómicos Josep Lladonosa —organizados por el Ayuntamiento de les Borges Blanques— quieren realzar la cocina catalana, que, con su prestigio internacional, representa “tradición, historia y buena geografía”.
El aceite de oliva catalán como protagonista
“El elemento principal y conductor del concurso será el aceite de les Borges Blanques, herencia de nuestros antepasados, y nuestros jóvenes participantes tendrán que utilizarlo para explorar todas sus posibilidades en la cocina en esta nueva edición”, según explicó Nuria Palau, alcaldesa de les Borges Blanques y promotora principal del premio. Ha afirmado que este concurso tiene voluntad para apostar por los productos de casa nuestra y por el talento joven que tenemos en territorio catalán.
Un calendario apretado y criterios estrictos
Josep Moreno, jefe del jurado y chef del restaurante Deliranto, con una estrella Michelín; ha aclarado que la selección previa a las semifinales se llevará a cabo con una fotografía, una mínima explicación de quién eres y una receta, que es el que más se valorará. “Se valora cómo se nos explica sobre el papel la receta, pues no podemos acceder a hacer un casting tan extenso”.
Las semifinales, que se llevarán a cabo el 17 de marzo, la de Girona y Barcelona, y el 7 de abril la de Lleida y Tarragona, serán las encargadas de escoger el elenco final de 12 participantes, con una equidad territorial de tres participantes por provincia catalana.
La final, un rayo de luz
La final será el 5 de mayo en el Pabellón del Aceite de las Berges Blanques, donde asistirán como jurado chefs con estrellas Michelín como por ejemplo los padrinos de este premio, Sergio y Javier Torres (con dos estrellas Michelín) o Joel Castañé (con una estrella Michelín), y chefs y periodistas gastronómicos con renombre en el territorio catalán, por otorgar el premio solidario: becas por especialización en cocina.
“La I edición, a pesar del momento gris y oscuro de la pandemia, fue impresionante. Cuando llegábamos a las escuelas, teníamos un sol y una luz naciente de esperanza: los alumnos de cocina catalanes”, ha concluido Josep Moreno, deseando que esta II edición sea el mismo rayo de esperanza por el futuro culinario catalán.