Que en casa eres más amante del sushi, las pizzas, la comida china y las hamburguesas es un secreto que no hace falta que nos confirmes. De hecho, no nos engañaremos, nosotros también lo somos. Y esto afecta directamente a la cocina tradicional, que poco a poco va desapareciendo y nos vamos olvidando de todos aquellos platos entrañables que comíamos en casa de la abuela cuando la visitábamos los domingos. Debemos reivindicarlos así que no nos demoraremos más con nuestro listado de platos que siempre va bien recordar.
- De entrada, el capipota. Poco misterio tiene su nombre, pues el plato es literalmente cabeza y pata de ternera cocidos con un sofrito de tomate y normalmente verduras como la cebolla, el pimiento y la berenjena, aromatizado a veces con un poco de vino de jerez. Esto último ya es un toque estelar del cocinero, pero puestos a reivindicar platos, hagámoslo a lo grande.
- Los huevos rellenos también son un plato que poco a pocovse pierde y necesitamos recuperar. No os preocupéis si vosotros todavía los cocináis, no sois unos abuelos, simplemente que sois unos románticos de la cocina. Son fáciles de hacer, sólo tenéis que cocinar unos huevos duros, vaciar las yemas y mezclarlas con carne, pescado, salsas... Uno de los más comunes es con atún y mayonesa, después hay gente que echa ketchup encima. Lo que queráis, es un plato que os permite inventar.
- Un postre muy típico que se ha perdido con el tiempo y nos va bien recordar es la leche frita, hecha a partir de leche -evidentemente- azúcar y harina esencialmente que se mezclan con la leche. Una vez frita y mezclada, se termina rebozando con huevo y más azúcar para hacer un postre dulce y delicioso que no iría mal irlo recuperando de vez en cuando.
- Y para postre también tenemos el tradicional pijama. Obviamente no hablamos de la prenda de ropa, sino del antiguo postre nacido a mediados del siglo pasado en Barcelona que consistía en un flan de huevo acompañado de varias frutas como el melocotón, la piña o las cerezas en almíbar o confitadas (guindas) y acompañado también de nata y helado de vainilla. Un postre dulce, completo y buenísimo.
- Por último, es también pertinente mencionar el consomé, un tradicional caldo de verduras, pollo o ambas cosas juntas que se acostumbraba a servir caliente y utilizar como remedio caseri para todos los males. A veces aromatizado con un rayo de jerez, o con ingredientes sólidos dentro de él para hacer de este caldo tan antiguo y tradicional de la cocina francesa, una típica sopa. Seguro que ni os acordabais de él.
