La cita convocó una treintena larga de personas. Diversidad de edades, de procedencias y de profesiones, bastantes ojeras gordas de pasta, vestuario 'retro' y estómagos vacíos. Es el que tiene asistir a un acto gastronómico sin pagar; la apetencia acontece un hambre que devora todo aquello que se le planta delante, sin hacer cumplimientos y capaz de espetar golpes de codo si hace falta.
"En medio de la contaminación de la ciudad, encontrar un espacio así era una oportunidad que no podía dejar pasar." Pellicer, acostumbrado desde hace un año al día a día más pausat de Sant Celoni, en contacto directo con los productores que alcanzan la despensa de su cocina y convertido en gran defensor de la agricultura biodinámica (el paso siguiente de la agricultura ecológica), encontró en Woki Organic Market la excusa perfecta para bajar unas horas en Barcelona. Y el establecimiento encontró en Pellicer un nombre del alta gastronomía catalana "muy cercano a nuestros objetivos de la cocina de producto, ecológica y de proximidad", explica Weinberg. "Las ecotapes nacen de la voluntad de ofrecer algo nuevo dentro de la oferta de nuestro local y reforzar la idea que también somos un restaurante por la noche", añade el empresario.
Una cata para hacer hambre
Las próximas sesiones tienen lugar los días 6 y 20 de febrero a las 19.30 h, y hay que inscribirse previamente enviando un correo electrónico a info@wokimarket.com. Pero hace falta que los aspirantes sepan que más que un taller se trata de una degustación. Xavier Pellicer ha preparado una decena de tapas, elaboradas sólo con productos ecológicos que se pueden adquirir en la tienda-restaurando, que los participantes prueban mientras pasean de un mostrador temático al otro del Woki. En la zona de ensaladas se puede degustar un prensado de col con tocino y aceite de trufa, cuscús blanco de coliflor romanesco con aroma de jengibre, cebolla caramel·litzada y piñones, crema de nyàmeres y aceite de romero, escarola a la brasa con miel de eucalipto, o guisantes ahogados con bacalao y trufa. Al azulejo de pasta, ravioli de gorgonzola y pera con salsa de Marsala, ravioli de calabaza con gruyère y crema inglesa de calabaza, o una pizzeta de berenjena ahumada y salmón. Una brocheta de filete con calçots y salsa bearnesa llena el mostrador de carnes, y una pasta fresca con soja, ajos tiernos, gírgoles y aceite de sésamo, el área de los wok.
Diez tastets que sustituyen una comida y que los asistentes pueden saborear mientras interrogan el chef, cercano y encantado de explicar su visión de la cocina. Y entre tapa y tapa, también se puede hacer la compra de la semana o llevarse un poco de pan, ahora de la panadería Barcelona-Reikiavik y con algún testigo del horno Baluarte.
* Woki Organic Market. Ronda Universidad, 20. Barcelona.
