Cocer con sal es una técnica práctica, rápida y sabrosa típica de la Mediterránea. Resulta muy atractiva para muchos cocineros, puesto que hace que los productos mantengan la textura húmeda y tierna natural. A continuación os exponemos un conjunto de consejos de Carme Ruscalleda porque sepáis hacerlo a la perfección.
- No todas las sales sirven para hacer este tipo de cocción, escoged sal grande, que podéis identificar en las tiendas con la etiqueta 'cocinar a la sal'.
- No os cortáis, podéis cocinar diferentes alimentos con esta técnica. En cuanto a las cocciones, los mejores resultados se logran con el pescasdo, la carne blanca y las aves, pero también con vegetales y frutas cómo los melocotones de viña.
- Si ponemos un alimento en sal, entonces esta actúa curándolo, cómo pasa con los fuets, pero para cocinarlo necesitamos una fuente de calor potente cómo un horno a temperatura alta, para conseguir que la costra de sobre el alimento haga de protector y transmisor al producto que cocinamos.
- A la capa de sal se pueden incorporar hierbas aromáticas, que hacen que se consiga el punto de sal óptimo y aportan una delicadeza que potencian al máximo el sabor del producto.
- Dependiendo de la fuente de calor, tendremos que sacarlo antes de que pasen las siguientes cosas: si cocinamos a un horno seco, tenemos que controlar que no se seque el producto; si cocinamos al vapor, tenemos que vigilar que no quede rebullido, y al vacío, que no se transforme el sabor original.