Cuatro consejos para hacer helados en casa

Todos los helados tienen como base una solución hecha con leche, nata o derivados. Uno de los nuevos ingredientes que podéis utilizar es la leche en polvo, que aportará proteínas lácteas y lactosa. La lactosa tiene la propiedad de absorber diez veces su peso en agua, hecho que hace que se reduzca la presencia de líquido en vuestro helado y que, por lo tanto, disminuya el riesgo de que éste cristalice y dé al helado una textura poco cremosa.

El alcohol se congela a los -130 ºC y los congeladores que tenemos en casa no tienen capacidad para congelarlo. El hecho de añadir un licor a nuestro helado aportará más cremosidad, puesto que también impedirá que se formen cristales de hielo en nuestra receta.

Los helados tienen que reposar a una temperatura entre -14 y -7 ºC. Puesto que los congeladores convencionales no tienen las cualidades de un congelador destinado a la conservación de helados, es recomendable que saquéis el helado de la nevera cinco minutos antes de servirlo; esto hará que se descongele un poco y quede más cremoso. Després de que hayáis servido todas las raciones, lo tendréis que volver a meter rápidamente en el congelador.

En Londres han mejorado el sistema. En una pequeña heladería llamada Chin Chin Laboratorists hacen helados instantáneos mediante un producto un poco estrafalario: el nitrógeno líquido. Su temperatura es de -195'8 ºC y, por lo tanto, se hace en pocos minutos.