La tradición norte-europea de dulces navideños ha abierto una rendija de acceso a casa nuestra. Todavía no son tan populares como el panettone italiano, pero en muchas casas ya no es extraño hacer brioixos de Santa Llúcia o 'kransekake' noruego. Con estos moldes podréis construir un árbol de Navidad de galleta, según la receta que escogéis o a la manera escandinava, con canela, clave, pimienta, anís y nuevo moscada. Os lameréis los dedos.