Preparación
Preparación
- Lavar las setas y cortarlas en dados.
- Con la ayuda de un adulto, saltearlas en una sartén, a fuego medio, con un chorro de aceite y un poco de sal. Tienen que perder toda el agua.
- Retirarlas de la sartén, ponerlas en un recipiente y mezclarlas con el paté.
- En la misma sartén, sofreír lentamente una cebolla picada con un hilo de aceite hasta que se dore, unos 10 minutos.
- Una vez dorada, mezclarla con las setas y el paté.
- Para la bechamel: poner la mantequilla en una cazuela, a fuego medio, hasta que coja un tono más bien marrón. Verter la harina y remover bien. Verter la leche sin dejar de remover, hasta que se espese. Salarla. Si no se va a consumir enseguida, dejarla enfriar tapada con un plástico film, de forma que el plástico toque la bechamel.
- En una olla grande con agua hirviendo, ir vertiendo las placas de canelón, una a una. Tienen que cocer 12 minutos.
- Colarlas y refrescarlas inmediatamente bajo un chorro de agua fría. Ponerlas sobre un trapo húmedo.
- Rellenar los canelones con una cucharada de setas, cebolla y paté, y enrollarlos.
- Poner una capa de bechamel en una bandeja de horno. Por encima, colocar los canelones y cubrirlo con otra capa de bechamel. Acabarlo con una buena cantidad de queso rallado y ponerlo en el horno a calentar y gratinar.
El consejo
- Como esta receta da un poco de trabajo, se puede aprovechar para hacer más cantidad y congelar una parte. Simplemente habrá que poner los canelones, sin la bechamel, en bandejas de una ración. Cuando se quieran usar, solo habrá que descongelarlos, añadir un poco de bechamel y ponerlos en el horno. ¡Es muy práctico!
- Los canelones son magníficos porque se pueden rellenar con todo aquello que os guste y siempre quedan buenísimos. ¿Habéis probado los canelones de verdura o de pescado?
- Para ahorrar trabajo, también se puede comprar la bechamel preparada.