Preparación
- Lavar y secar la papada. Salar y poner en una cazuela alta, cubierta con la manteca, los ajos, el laurel, el tomillo y los granos de pimienta. Poner al horno 6 h a 95 ºC.
- Mientras, poner al fuego una olla con agua fría y las orejas de cerdo limpias. Dejar 1 h, que queden muy cocidas y blandas.
- Cuando hayan pasado 4 h de la cocción de la papada, incorporar la morcilla cortada en cuatro cortes. Dejar cociéndose al horno a 95 ºC durante las 2 h restantes.
- Sacar del horno y dejar enfriar. Retirar una gran parte de la grasa de la papada y hacer cortes de 2 cm de grosor.
- Poner las cebollas en un cazo al fuego con agua fría y cuando hierva apagar el fuego y escurrir. Dejar enfriar y pelar.
- Lavar las manzanas, cortar en cuartos y sacar el corazón. Poner una sartén al fuego con la mantequilla y dorararlas. Retirar. En la misma sartén, poner las cebollas y dejar cocer 2 min. Añadir la miel y el vinagre, que cueza 10 min a fuego lento. En el último instante, incorporar los cuartos de manzana.
- Poner las orejas pintadas con manteca del confitado en una bandeja con las morcillas. Poner al horno 15 min a 180 ºC.
- Poner una sartén al fuego con un chorro de manteca de cerdo y poner los cortes de papada. Calentar a fuego medio para que la papada haga una costra crujiente. Cuando estén de un lado, dar la vuelta y hacer la costra del otro.
- Calentar las cebollitas con la manzana.
- Servir en un plato el corte de papada crujiente, la morcilla y media oreja de cerdo asada. Acompañar de las cebollitas glaseadas con la manzana. Terminar con una pizca de sal en escamas.