Trasladar el sabor, el aroma o el color de un producto a un líquido. Esta es la base de las infusiones, que nos pueden ser muy útiles, en la cocina, para perfumar caldo y para cocer a baja temperatura o al vapor. Propuestas creativas que podemos hacer en frío y caliente y con más productos de los que nos imaginamos!
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El ingrediente más popular para las infusiones son las hierbas aromáticas y medicinales, el té, el café y las especies, pero podemos infusionar flores exóticas, algas, pescado seco y laminado, espinas saladas, tostadas o ahumadas; vegetales, frutas, carne y huesos, y la creatividad que inspira la cocina.
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Lo más común es infusionar con agua, pero podemos usar caldo, leche, nata, aceite o alcohol. En postres tradicionales, como la crema o el flan, se infusiona la leche con aromas como la cáscara de limón, la canela o la vainilla. Y, también, son típicas unas infusiones maceradas con fruta y alcohol como base, para las populares sangrías o ponches.
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Sobre todo se infusiona en caliente, pero también se puede hacer en frío, a pesar de que se tiene que esperar más tiempo. Una vía rápida es poner un líquido con el producto elegido dentro de un sifón y aplicar una carga de gas (n20): la presión elevada hará la infusión en frío. Hay que retirar enseguida el gas del sifón y disfrutar del líquido colado e infusionado.
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Podemos usar una infusión de té o de citronela para cocer a baja temperatura un filete de pescado. O una infusión de menta y albahaca para cocer a baja temperatura una bola de burrata o tomates maduros. Por postres, podemos incorporar nuevos aromas a helados y cremas infusionando la base con citronela, pimienta de Cayena o pimientas exóticas. Podemos elaborar un caldo infusionado, pimentado y perfumado, o un té especial para cocer al vapor (a pesar de que si hervimos el líquido infusionat pierde la fragancia y las propiedades gastronómicas).
Preparación
- Infusionar la flor de clitoria con la ginebra, 3 min. La ginebra tomará un color azul marino. Coladlo. Abocar la infusión en el fondo de la copa.
- Añadir los cubitos: es muy importante que el hielo sobrepase la ginebra infusionada. Incorporar la cáscara de naranja sin que toque la ginebra, para evitar perder la belleza final del color azul.
- Abocar la tónica en la copa en presencia del comensal, para disfrutar de los cambios de color de la infusión en contacto con la tónica y los aceites esenciales y los cítricos de la cáscara de naranja. El gintonic acabado de preparar toma un color rosa-violáceo; en el transcurso del tiempo que dure la degustación del gintonic, el color se irá desvaneciendo hacia un color rosa cristalino precioso.