Preparación
- En un bol, mezclar el azúcar, la sal y el impulsor. Añadir la manteca y trabajarlo. Ir incorporando la harina despacio, mientras se va amasando.
- Añadir el agua y la leche, despacio, para que se vayan integrando y teniendo en cuenta que tiene que haber el doble de agua que de leche.
- Seguir amasando la masa e ir añadiendo el líquido hasta que quede una masa muy elástica y homogénea, que no se enganche. Tapar la masa con un trapo y dejarla reposar durante 2 horas. La clave es amasar como se ha hecho toda la vida: a mano.
- Dividir la masa en veinte porciones y aplanarlas con un rodillo, mirando que queden en forma redondeada y de 1 centímetro de grueso.