Preparación
Preparación
- Para la masa brisa (también la podemos comprar hecha): en un bol, enarenar la mantequilla con la harina, hasta que cambie de color y la mantequilla haya desaparecido totalmente. Es mejor trabajar la mantequilla fría, cortada en dados, porque, si está a temperatura ambiente, engrasa mucho. Añadir el azúcar, la sal y la levadura. Mezclarlo bien. Añadir el huevo y amasarlo hasta conseguir una masa homogénea. Envolverla con plástico film y dejarla enfriar en la nevera durante una hora.
- Mientras se enfría la pasta, pedir ayuda a un adulto para saltear la calabaza en una sartén, a fuego medio, hasta que pierda la crudeza, unos 10 minutos.
- Añadir un poco de sal y de tomillo. Verter el vino blanco y, a fuego lento, esperar a que la calabaza lo absorba.
- En una sartén, hacer un caramelo con los 50 gramos de azúcar y un par de cucharadas de agua. Cuando esté dorado, ponerlo en la base del molde, que puede ser metálico, de vidrio tipo Pyrex o de silicona. Hay que ir con mucho cuidado, porque el caramelo quema mucho (mejor que este paso lo haga un adulto).
- Colocar la calabaza muy chafada sobre el molde, procurando que no queden agujeros. Después, poner la morcilla y el queso brie.
- Extender la masa brisa, cortarla de la medida del molde y ponerla tapando el queso brie.
- Cocerlo en el horno 20 minutos, a 180 ºC o hasta que la masa esté tostada.
- Desmoldar y servir inmediatamente.
El consejo
- En lugar de morcilla, se puede preparar este pastel con carne picada.
- También se pueden añadir otros ingredientes. ¿Qué os parecen unas nueces?