Preparación
- La noche antes, macerar 100 ml de aceite de oliva con las guindillas, los dientes de ajo aplastados y la piel de limón.
- Eliminar la piel del bacalao y picar fino, con un cuchillo.
- Mezclar con cebollino picado, pimienta negra recién molida y un poco del aceite macerado.
- Cortar la tapa de los tomates y, con la ayuda de un aparato de hacer bolas pequeño, vaciar.
- Reservar la pulpa para otra elaboración.
- Salar ligeramente el interior de los tomates, teniendo en cuenta que el bacalao ya está bastante salado. Poner una gota de aceite de oliva y rellenar con el bacalao. Servir enseguida.