10 destinos gastronómicos para las vacaciones

Aprovechad los días libres del verano para viajar y, sobre todo, ¡disfrutar de la buena comida!

CUINA.CAT

22/05/2019
01 Nàpols

Nàpols

Nápoles

Nápoles es una ciudad caótica, pero muy atractiva. Es difícil andar más de cincuenta metros sin encontrarse una 'trattoria' con una terraza que ocupa la mitad de una calle muy estrecha.

La pizza es el icono gastronómico de Italia, pero Nápoles es la cuna. Evitad caer en las trampas para turistas y acercaos a las pizzerías más tradicionales de la ciudad: Da Michele, Sorbillo y Da Attilio. El pescado es otro protagonista de la cocina napolitana (como es de esperar en una ciudad abierta al mar) y, recorriendo las calles del centro, encontraréis pescaderías con mesas para comer un bocado con el pescado más fresco que os podáis imaginar.

Si os apetece tomar un café, os recomendamos acompañarlo con uno de los dulces más pedidos en la ciudad: el babà. Un borracho con forma de tapón, bañado de ron, que puede estar relleno de crema o de chocolate. Dicen que los de Capparelli y los del Antico Forno Anastasio son los mejores de la ciudad.

02 Galícia

Galícia

Galicia

La zona de tapas coruñesas se alarga en paralelo al eje comercial principal de la ciudad, la calle Real. En las calles traseras —Olmos, Franja, Galera, Estrella y Barrera— encontraréis la concentración más alta de bares de toda la vida coruñesa. Es el lugar indicado para probar la tortilla de patatas gallega, los mejillones tigre bien picantes (y pescados no muy lejos), calamares, croquetas y, está claro, el pulpo 'a feira'.

En el mercado de la plaza de Lugo se despliegan un centenar de paradas especializadas en marisco y pescado fresquísimo, con su palco de pescado situado a 40 metros de la puerta. Los vendedores son auténticos expertos en este género. Muchos os ofrecerán enviároslo a casa (esto quiere decir a Cataluña, ¿eh?). Además, como tópico de la comunidad autónoma, la reina de las cervezas es Estrella de Galicia, que ha abierto una cervecería enorme en el barrio de Cuatro Caminos. Sirven cañas perfectamente echadas con delicias gallegas (empanadas, pulpo, mejillones, etc.) buenísimas.

Pero no todo es tradición. Varios restaurantes renuevan la cocina atlántica. Os recomendamos el Miga, de Adrián Felípez (que pasó por La Bodega de Can Roca), el Bido, de Xoán Crujeiras (que apunta a tener estrella Michelin), y la Eclectic Bistró, de Francesc Chicón y Sergio Musso.

03 Bolonya

Bolonya

Bolonia

La ciudad que ha visto nacer los tortelinis y la mortadela hoy es la capital histórica de la gastronomía italiana. Muy ligada a la tradición y con poca inclinación hacia experimentos de vanguardia, la cocina de Bolonia es sobre todo casera, de sabores intensos y de porciones generosas.

Si queréis ser como los mismos boloñeses, tenéis que seguir dos normas fundamentales: primero, los tortelinis se consumen siempre con el caldo, nunca con 'panna' (nata líquida) ni con 'ragú', aquí conocido como salsa boloñesa; segundo, los tallarines se casan casi exclusivamente con 'ragú'. Si, por otro lado, os interesan los productos de mercado, no podéis volver a casa sin haber visitado el Mercato di Mezzo, una verdadera plaza enogastronómica para todos los públicos llena de pequeños restaurantes, panaderías, pizzerías y cervecerías.

04 Calgary

Calgary

Calgary

Con un clima invernal extremo, con temperaturas por debajo de los 20 grados negativos, la cocina de la ciudad es una cocina de supervivencia, basada en los productos de caza y en la carne de cerdo. La mayoría de restaurantes de Calgary se concentran en tres ejes principales formados por la Octava Avenida, la calle 4 y la Decimoséptima Avenida. Esperad platos contundentes de carne y embutidos y algunos platos de pescado de río.

Para aprender la historia de la gastronomía de la ciudad, tenéis que pasar por el Calgary Heritage Park, la atracción más visitada de la ciudad. Se trata de un recinto inmenso que reproduce a escala real la historia de esta zona del Canadá. Una de las experiencias gastronómicas principales de la Heritage Park es comer en un vagón de tren mientras se recorre el parque, pero, si preferís una comida menos movida, al Selkirk Grille, en la entrada del parque, os esperan platos tradicionales canadienses. Hay que tener en cuenta, pero, que el parque es al aire libre y, por lo tanto, sólo abre los meses de verano.

05 Istanbul

Istanbul

Estambul

Las numerosas paradas de comer en la calle, las pirámides de especias del Gran Bazar, el pescado acabado de pescar en el Bósforo, la carne de los kebabs dando vueltas... Muchos estímulos para hacer de la visita una gran experiencia gastronómica. La actual cocina turca bebe de la herencia de un imperio otomano que se expandió por el Oriente Medio hasta el Norte de África, y de todas las comunidades étnicas que conviven en Turquía.

En Beyoglu, uno de los barrios más antiguos y bohemios de la ciudad, se puede tomar un buen kahvalti, el almuerzo típico turco, presentado con una gran variedad de ingredientes. Como contraste, en los barrios de Kadikoy y Beçiktas, las zonas más populares, se encuentran mercadillos de fruta y de pescado, paradas de comer y establecimientos de comer rápido donde, está claro, destaca el kebab, como también otras muchas variantes de esta tipología de comida.

Y no dejéis de disfrutar de las delicias turcas, la baclaua, el arte perfeccionado de la pasta de hoja y acompañad tanta dulzura con un té, omnipresente en la vida turca, necesario para estar despiertos en una ciudad que no para nunca.

06 Estrasburg

Estrasburg

Estrasburgo

Quién se piense que ha inventado el street food está equivocado. Para los ciudadanos de Estrasburgo, desde el 1570 cada año se celebra, religiosamente, el Christkindelsmärik. Gofres y creps, golosinas, repostería, salchichas..., además de decoraciones y regalitos de estas fechas para olvidar que el 'healthy' existe, pero disfrutando de la buena comida del país.

Los 'winstub' son locales que pueden ser perfectamente nuestros bares de tapas. Se trata de casas de comidas populares donde se pueden degustar recetas tradicionales contundentes (xucrut, flàmmeküche, baeckeoffe...), que entran la mar de bien en la temporada de frío. Además, para combatir la temperatura, tienen el Glühwein, un brebaje caliente preparado con vino, especias y cítricos.

Dos dulces que no pueden faltar durante una visita en Estrasburgo son el Brètzel y el 'Bredele'. El brètzel es un panecillo con forma de nudo recubierto de sal que se encuentra en cualquier panadería de Estrasburgo (son top los de Ave Pain de Mon Grand Père), mientras que las bredeles son unas galletas secas que se hacen durante el Adviento.

07 Asunción

Asunción

Asunción

Una ciudad en la que se puede empezar el día con un 'chipà', un pan hecho con almidón de mandioca, huevos y queso fresco que se trata del desayuno preferido de los paraguayos y se cuece en el 'takuá' (el horno de barro tradicional). Hay de cacahuete, de maíz, rellena de carne y con formas estrafalarias, como por ejemplo palomas y cocodrilos.

La 'yerba mate' es originaria de Paraguay y los guaranís hacen una infusión con agua helada: el tereré. Al termo se añaden 'yuyos', hierbas curanderas tradicionales. Dos hierbas y una raíz hacen milagros. En el Paseo de los Yuyos del Mercado 4 es donde encontraréis las 'yuyeras' más famosas. Como buenos americanos, en Paraguay cocinan mandioca y maíz. El último es la base de la sopa 'paraguaya', la única que se come con las manos. ¡Es una coca salada!

08 Edimburg

Edimburg

Edimburgo

El chef Tony Singh es la cuarta generación de una familia de Edimburgo originaria del Punjab. Trae turbante sikh y viste con el kilt, las faldas tradicionales escocesas. Su mestizaje también se hace notar a los fogones, porque, cuando cocina, combina los mejores productos escoceses (el salmón, las ostras, los langostinos, los mejillones, la ternera y los quesos que se elaboran a Locherbie, Stranraer y Campbeltown) con la herencia culinaria del Punjab.

Con predilección por la cebolla, el ajo, el jengibre y las especias, ha sabido potenciar los sabores de la gastronomía británica y ha potenciado la popularidad del barrio de Leith, el antiguo puerto de pescadores de la capital de Escocia. Más populares son los barrios de Morningside y Bruntsfield (al sur), donde, para goce de los 'hipsters', se concentran pequeños tesoros gastronómicos: locales de cocina nórdica, japonesa y mexicana, vegetarianos, chocolaterias (¡la Chocolate Tree!) y tiendas de queso escocés.

09 San Francisco

San Francisco

San Francisco

San Francisco y Boston, a casi 5.000 kilómetros y más de seis horas de avión, comparten un plato típico llegado de Francia: el 'clam chowder'. trata de una crema de almejas que llegó a los Estados Unidos con los colonos franceses que se establecieron en Nueva Inglaterra. Os lo servirán, como no puede ser de otro modo, dentro de un pan vaciado y, aunque sea pleno verano, agradeceréis el bocado caliente, puesto que en San Francisco hace bastante frío todo el año.

Si cogéis el famoso tranvía de San Francisco os traerá hasta Union Square, una zona mucho más relajada, tocando en el barrio chino y donde el fast food da a los establecimientos más tranquilos, para todos los gustos y para todos los bolsillos. Al final de Market Street, se levanta imponente el Ferry Building, la terminal de los ferrys que conectan San Francisco con otras poblaciones de la bahía. Mientras esperáis el ferry, aprovechad para visitar alguna de las tiendas y las cafeterías de la terminal, donde podréis comprar productos frescos y comeros un buen trozo de cheesecake acompañado de un café americano.

10 Viena

Viena

Viena

Si vais a Viena, podéis visitar las típicas tascas tradicionales llamadas Heuriger, que hay de muy recomendables, aunque si queréis probar la cocina austríaca contemporánea tenéis que visitar el restaurante Stereireck con una selección de vinos del territorio, los carros de quesos y de panes y, en general, una puesta en escena elegantemente moderna.

Cada barrio tiene un mercado especializado: Naschmarkt, el más conocido, antiguo y grande, ofrece ingredientes y cocinas del mundo, ocio diverso y ropa; Karmelitenmark, en el barrio judío, tiene productos de proximidad seleccionados y slow food; Brunnenmarkt, en el barrio turco, ofrece mediterraneidad a precios económicos; Kutschkermarkt, productos eco y delicadezas, y Yppenmarkt, animación y multiculturalidad. No os olvidéis de probar las mermeladas, chutneys y jaleas Staud, omnipresentes en tiendas gourmet y hoteles de categoría, y daos un gusto en alguno de los locales donde ha llegado el boom de la cocteleria.

278CUINA Portada

EN LA MESA CON LOS PAYESES

  • Las últimas noticias para estar al día
  • Eduard Finestres

UN AÑO DE CUINA POR SÓLO 49,90€

SUSCRÍBETE

Números atrasados

© Som * La cultura de tots. Todos los derechos reservados. C/ Premià, 15. 2a planta. 08014. Barcelona.

Con la colaboración de: