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28/06/2019Síndria Thinkstock
Se dice que cuando comemos sandía estamos haciendo tres cosas a la vez: comer, beber y lavarnos la cara. Y es que sus niveles de agua son tan elevados que, además de hidratarnos muchísimo, es imposible comer un gajo de sandía sin que nos caiga el líquido. Es tan ligera que no podemos evitar consumirla en verano, y tiene unos usos muy particulares en la cocina, destacando, como es evidente, en los postres.
Melón, una fruta muy refrescante
Siguiendo la línea de frutas con mucha agua, el melón se compone de un 80% de líquido, cosa que también lo transforma en un alimento hidratante y fresco. Pertenece a la familia de las cucurbitacias, como el pepino y el calabacín, de modo que, estrictamente, se trata de una hortaliza, aunque en la cocina lo tratamos de fruta. Además, contiene minerales, vitaminas y azúcares que nutren el cuerpo de manera saludable.
Pepino
Comido tanto en crudo como en cocinado, el pepino se ha consolidado como el rey de las ensaladas. Es la cuarta hortaliza más cultivada del mundo, detrás del tomate, la col y la cebolla, y en la antigüedad se utilizaba para tratar enfermedades cardíacas, la gota, la obesidad o la picadura de las avispas. Es muy famoso por su aportación de agua, cosa que lo transforma en ideal para hacer régimen, y por sus beneficios para la piel.
Cebolleta
Las cebollas tiernas son cebollas convencionales recogidas antes de tiempo, en un estado más joven de crecimiento. Es por esta razón que es más suave de sabor y, como es evidente, más tierna. Es ideal para preparar en ensaladas debido a su sabor más potente y su naturaleza fresca. Tiene un porcentaje muy alto de agua, además de otros componentes como fibra, vitaminas B, C y E, potasio, magnesio y fósforo.
Préssecs
Una fruta de las frutas de hueso más queridas durante el verano y hermano de la nectarina, el melocotón protagoniza muchos postres de esta época. Contiene un 90% de agua y, aunque sea muy dulce, tiene muy pocas calorías. Además, hidrata los pulmones y los intestinos, y se utiliza para tratar la tos seca y reduce la hipertensión arterial.
Carbassons
Una hortaliza llena de agua y frescura muy consumida por sus propiedades, su sabor y su versatilidad en la cocina, puesto que forma parte de centenares de recetas. Tiene propiedades hidratantes, diuréticas y afecta positivamente a la vista, además que se recomienda comer incluso las semillas porque contienen fibra muy saludable, entre otros beneficios.
Berenjena Thinkstock
Aunque no destaca precisamente por sus propiedades en el organismo, puesto que sus niveles de nutrientes no superan los de otras hortalizas, la berenjena se trata de un producto muy útil en la cocina. Es muy versátil y contiene un 92% de agua, de forma que es hidratante e ideal para los días de máximo calor que se sufren los primeros meses de su temporada.
Calamars
Los calamares, cocinados a la romana o a la andaluza, son los reyes de los chiringuitos de playa. Y es que el verano es la mejor época para comerlos, puesto que empieza su temporada y, por lo tanto, lo aprovechamos de todas las maneras posibles. Este marisco, sin ningún tipo de cocción, es bajo en calorías y grasas, además de que es muy nutritivo.
Bonítol
Un pescado azul el cual su temporada va desde la época estival hasta mediados de otoño. Como con la mayoría de pescados, se trata de un alimento muy versátil en la cocina y se encuentra en decenas de recetas para preparar en casa. Por otro lado, es un pescado con muchas proteínas y destaca por su alta cantidad de vitamina B3.
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