
Calderetes de Menorca
Mercado
Té Frío
Más que la bebida de las cinco
Mercado
Raors
Pequeñas delicias de los fondos arenosos
Mercado
Carne-y-Chuleta y Camallot
Embutidos isleños artesanos
Mercado
Grosellas
Frutas perfumadas
Genios del fuego
Ramon Casabayó
Benbinguts al paraíso de la cocina ampurdanesa
Después de once años, el restaurante La Cocina de Can Pipas, en Mont-ras, mantiene la esencia de la cocina tradicional catalana -y en buena medida de la Empordanet-sin caer en extremismos ni en la sobremanipulació de los alimentos. En Ramon Casabayó y su mujer, Fernanda, mezclan la pasión por la gastronomía y el dissny con la apuesta por la calidad y por el producto de la tierra.
De crudo a cocido
Calderetes de Manorca
La esencia de una cocina de confluencias
Las calderetes son las estrellas de la cocina menorquina, una cocina, pero, que es mucho más que un solo plato exquisito. La tradición gastronómica de la peculiar isla de las Baleares destaca por la diversidad de influencias externas recibimientos, por los sabores de la tierra y por la omnipresència del mar.
Propuesta del mes
Cata Oriental
Viaje gastronómico por tres restaurantes de Barcelona
La cultura culinaria del continente asiático es muy amplia y variada. OS descubrimos tres representativas embajadas que tenemos en la capital catalana: el chino Shangai, el Japonés Shunka y el tailandés Indochine, restaurantes donde la tradición gastronómica milenaria no está reñida con la innovación.
Bodega
Bodega de Pont
Los siete magníficos de la nueva viticultura
Visitamos la Bodega de Pont, con un nuevo modelo de elaboración que permite hacer vino de alta calidad, al Priorato.
El sommelier en casa
Las Armonías de la Flor
Vinos peculiares: finos y amontillados
Mesa de cata
Vinos en su punto
Cuatro propuestas en el momento óptimo de consumo
7 2003 (Bodegas Pinord), Castillo de Falset 2000 (Agrícola Falset-Marçà), René Barbier Selección crianza 1999 (René Barbier), Septiembre 2004 de Raventós y Blanco (Raventós y Blanco).
A fondo
Entre Viñas
Ruta enològica por l'Empordà
La imagen tópica de l'Empordà es la de la llanura y el mar. Pero donde se acaba la llanura o donde el mar topa de narices con la montaña arisca y rocallosa, allá encontraremos viñas y vinos, y podremos conocer otra cara del "plano país". Dando un paseo entre cepos, bodegas y panorámicas inesperadas tendremos la oportunidad de constatar que la historia también es hecho de paisaje.