5 apuntes sobre la flor del calabacín

Una delicadeza gastronómica de sabor suave, fino y delicado que recuerda a las almendras tiernas

DAVID CABALLERO

16/05/2022

El calabacín se siembra muy entrada la primavera y empieza a florecer a mediados de verano, cuando también se puede consumir la flor (se consume solo hasta que se acaba el verano, así que tiene un periodo de consumo corto). Es una flor que tanto puede ser masculina (el badoc, que sale directamente del tallo de la planta) o femenina (que sale de la parte inferior del fruto), ambas comestibles. No siempre se pueden encontrar en las grandes superficies, sino que es mucho más habitual encontrar en los mercados o en tiendas de productos de proximidad y ecológicos.

01 Flor de carbassó / Thinkstock

Flor de carbassó / Thinkstock

'Zuccini'

La flor de calabacín tiene un sabor suave, fino y delicado que recuerda el de las flores blancas y las almendras tiernas. Es ligeramente dulce, pero con un toque amargo. En italiano, se llama 'zuccini'. Está formada por pétalos grandes cercados sobre sí mismos, acampanados, de color amarillento o anaranjado con la base verde. Es una flor muy crujiente.

02 Plat de flors de carbassó

Plat de flors de carbassó Getty Images

Veraniega

El calabacín florece a mediados de verano, época en que se consume la flor. Si se arranca la flor el fruto deja de crecer. La flor de calabacín tiene un contenido calórico muy bajo: 12 kilocalorías por cada 100 gramos. Tiene poca cantidad de carbohidratos, poca grasa, poca proteína y mucha cantidad de agua. Es rica en hierro y en vitamina A.

03 Flors de carbassó i d'hibisc al forn

Flors de carbassó i d'hibisc al forn Becky Lawton

De color brillante

Para consumirla. la flor del calabacín tiene que tener un color fuerte y brillante. Se tienen que tirar las flores que tengan un color marronós oscuro a los pétalos o que tengan los pistilos marrones, puesto que quiere decir que pueden tener hongos o moho. Se tiene que lavar con delicadeza, enjugarla y retirar los pistilos interiores (porque a veces pueden amargar un poco y ya la podéis cocinar cómo quered. Nosotros os proponemos esta receta de Carme Ruscalleda que, seguro, os sorprenderá por la combinación de flores de calabacín y de hibisco hechas al horno.

04 Vieira con calabacín dulce en flor y requesón de trapo

Vieira con calabacín dulce en flor y requesón de trapo

Una flor delicada

Por su delicadeza, es ideal consumir las flores de calabacín el mismo día, pero, si no, se pueden guardar a la nevera en un recipiente cerrado. Podéis comerla con pescado y marisco, en un risotto o una pizza, o con queso fresco. No se tiene que combinar con productos de gusto muy fuerte, puesto que su sabor delicado se perdería. Probadla con esta vieira con requesón de trapo que nos propone Xavier Franco.

05 Flors de carbassó farcides

Flors de carbassó farcides Getty Images

Rellena

El más habitual es freírla, siempre rebozada, con tempura o con pasta de rebozar. A menudo, antes de freírla se rellena, con brandada de bacalao, queso fresco, etc. Se usa mucho para rellenar pasta y se añade en sopas, pizzas y ensaladas, se fríe o se salta con verdura. En Niza, ¡preparan buñuelos!

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