El dátil es el fruto de la palmera datilera. Es una baya de color amarillento dorado o más rojizo, cuando madura, de textura carnosa y un gusto muy dulce. Se puede comer tanto fresco cómo seco. La temporada alta del dátil es de octubre a enero, por lo cual es habitual en las comidas de Navidad. Los dátiles se usan para varias recetas: podemos ponerlos en ensaladas o cremas, y también los podemos rellenar con crema de queso y poner una almendra en el centro, con forma de hueso.
Os explicamos diez cosas que tenéis que saber de los dátiles:
- Un fruto dulce. El dátil tiene la pulpa blanda, aromática (recuerda la miel) y de un sabor muy dulce. En el interior tiene un hueso alargado con un pequeño agujero longitudinal.
- Orientales. Los dátiles se pueden encontrar tanto frescos cómo secos, y al natural o azucarados. Son un alimento básico para los habitantes del Norte de África y de Oriente Medio, que son los máximos productores.
- Calóricos. Los dátiles son muy calóricos, tienen una aportación importante de glúcidos y una parte bastante importante de fibra, pero aportan pocas proteínas y lípidos.
- En currys. Generalmente los asociamos a comidas dulces, pero en los países árabes suelen hacer rellenos, confitados, destilados, acompañan ensaladas y cuscús... En la India incluso preparan chutneys y currys.
- Variedades. Hay muchas variedades de dátiles, pero, seguramente, los más conocidos, por la textura carnosa y el tamaño grande, son los medjool, muy preciados gastronómicamente hablando. Otras variedades son la deglet noor (la más consumida), la sahidi y la kadrawi.
- Conservación. Para garantizar la conservación, lo mejor es ponerlos en botes de vidrio herméticos y secos, alejados de la luz. Los secos y azucarados aguantan mucho mejor el paso del tiempo que los frescos, ya que que se van secando.
- Sustituto. Los dátiles se usan mucho, en la cocina dulce, como sustitutos del azúcar: podemos hacer barras de cereales, bizcochos, trufas, brownies... y ponerlos en casi cualquier preparación que necesite azúcar o miel.
- Envuelto. Los podemos poner en ensaladas o cremas, también se pueden rellenar con crema de queso y posar una almendra al centro, con forma de hueso. Otra preparación muy conocida es el dátil envuelto con bacon o tocino y después frito.
- Mermelada. Es muy común hacer pasta de los dátiles (cómo si fuera una mermelada) y usarla como sustituta del azúcar, por ejemplo, para mezclar con un yogur o con cereales. Para hacerla, normalmente se usan los dátiles que se comercializan sin hueso, triturados con un poco de agua.
- Contraindicados. Los dátiles tienen algunas contraindicaciones: por la cantidad de azúcar que tienen, no se tienen que consumir si se sufre diabetes u obesidad, y en general no se tiene que abusar, puesto que 100 gramos de dátiles contienen unas 275 calorías.
Y, por sí queréis usarlos en casa, os damos tres recetas: