Locos por el queso azul
De vaca, de oveja o de cabra, los quesos a los cuales se añaden hongos de la familia 'penicillium' levantan auténticas pasiones
De origen francés, el queso azul se puede hacer con leche de vaca, de cabra y de oveja. Una vez listos, se dejan madurar a temperaturas controladas, cómo las de las cuevas. El queso azul se tiene que conservar a la nevera, pero, antes de coméroslo, dejadlo como mínimo un cuarto de hora a temperatura ambiente porque despliegue todo el gusto. La pasta del queso azul es muy quebradiza, por eso, a la hora de cortarlo, es mejor que uséis una lira y no un cuchillo. De este modo, el corte será limpio y los trozos quedarán enteros y con mejor presentación.
El matrimonio entre el queso y el pan es indisoluble. En el caso de los quesos azules, elegir un pan con personalidad. Por ejemplo, un buen acompañamiento es una rebanada de pan de nueces. No hay un maridaje claro para disfrutar del queso azul, pero los vinos dulces y fortificados combinan a las mil maravillas.
Y, después de unos cuántos consejos, ahora os proponemos unas recetas –con queso azul, está claro!– porque los pongçais en práctica. Pero, si todavía queréis saber más, podéis consultar este artículo.
Si os gustan tanto los quesos azules como a nosotros, ¡este recetario no os decepcionará!
Pasta con peras, nuevos y queso azul
Gorgonzola
El gorgonzola se hace con leche pasteurizada y entera de vaca. La maduración es de entre 50 y 80 días. Se elaboran de dos tipos, dulce y picante. Tiene DOP propia. Los platos de pasta son una muy buena oportunidad para añadir cualquier queso azul, cómo esta receta que os proponemos. Con fruta dulce, especialmente con peras y nuevos trinchadas, se acaba de redondear el plato.
Pimientos del piquillo rellenos Becky Lawton
Cabrales
El cabrales se elabora en la vertiente norte de los Picos de Europa, con leche cruda, sobre todo de vaca. Tiene la piel enganxosa, un olor fétido, un florido irregular y una pasta cremosa amarillenta. Las verduras y hortalizas, cómo los pimientos en esta receta, combinan bien con los lácteos azules. Otros platos donde añadir cabrales o cualquiera otro queso azul pueden ser unas judías tiernas a la papillota, unas endibias cocidas gratinadas, unos calabacines rellenos o un brécol saltado.
Cóc de albaricoque, pasas y queso azul Gemma Clofent
Stilton
El queso inglés Stilton se elabora casi siempre a partir de leche pasteurizada de vaca. Es uno de los pocos quesos que tienen DO controlada. Molde tradicional, pasta sin prensar, costra natural, vetas azules y sabor característico. En general, los azules también combinan la mar de bien a los postres, una combinación, pero, que es apta para los amantes de los choques de papilas, de dulce contra salado.
Endibias rellenas de pollo con salsa de roquefort Becky Lawton
Roquefort
El clásico queso francés, roquefort, se elabora exclusivamente con leche de oveja, cruda y entera. Contiene un mínimo de un 52 % de materia grasa y tiene denominación de origen. Untuós y de pasta trabada, tiene vetas azules que tienden a verde. La textura cremosa y la potencia gustativa que caracteriza los quesos azules los hacen de buen cocinar y muy combinables. Con las endibias, el triunfo está asegurado.
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