En tiempo de ensaladas, elegimos las mejores lechugas

Os proponemos una receta para cada variedad

Enciams diferents

Enciams diferents

Con el calor, el consumo de ensaladas se incrementa y la lechuga es uno de los productos estrella. En términos generales, tienen un cantidad elevada de agua (95%) y aportan muy pocas calorías, además de ser una fuente de fibra y ser saciantes. Las hojas verdes exteriores son las que contienen más vitaminas y minerales. Pero, de lechugas, hay muchas y hay que conocer las características de cada variedad para elegir la que mejor se adecúe a cada plato y a cada momento. De entrada, podemos optar entre cuatro opciones básicas: romana o larga (antes, la única), maravilla, trocadero (llamdo, también, francés) u hoja de roble, pero las opciones son múltiples.

  • Larga o romana. Es una lechuga rica en proteínas y vitaminas, tiene un color verde intenso y un gusto ligeramente amargo. Combina con cualquier tipo de ensalada y como base de otras recetas. De hojas alargadas, con los bordes enteros y un nervio central ancho, blanco y crujiente. Puede ser de hoja dura, más rugosa y habitual en invierno, o de hoja fina, más tierna. Os proponemos comerla de una manera diferente y muy refrescante con esta ensalada glacé y olivas de Kalamata.
  • Maravilla. Es la segunda lechuga más popular, después de la romana. Muy sabrosa y de hoja corta, con la punta roja, ondulada, con los bordes rizados y consistentes, que forman un cabello redondeado y denso.
  • Trocadero. De Textura más blanda. Las hojas verdes son tiernas y mantecoses, que pueden combinar muy bien con frutas como el melón y con unos dados de queso feta, por ejemplo, o también con esta ensalada de pinzas de cangrejo con frutas tropicales y salsa rosa.
  • Hoja de roble. Muy vistosa, que puede ser verde o roja. De textura fresca, fuerte y un poco crujiente, su gusto suave y dulce combina bien con fruta y queso. También os proponemos este chupito de ensalada de crudités.
  • 'Lollo'. Una lechuga rizada, que puede ser roja ('rosso') o verde ('verde'), de gusto más amargo. Son de origen italiano y se caracterizan por la textura suave, el gusto amargo y la vistosidad al plato. Si os apetece un plato de temporada con una mezcla de lechugas, esta ensalada de tomate de Montserrat con ventresca y aceite de romesco es la vuestra.
  • Iceberg. Con un aspecto similar a la col, es de hojas grandes, redondas y crujientes y tiene un gusto suave. Es muy resistente al frío. Es habitual encontrarla en sanwiches, hamburguesas o como guarnición. Una buena propuesta para guarniciones y cócteles de gambas o para una ensalada como esta de escabeche de pollo.
  • Escarola. Hay todo el año, pero sobre todo se consume en invierno. Puede ser de hojas lisas o rizadas, con un color variable, entre el verde y el amarillo-blanco. Habitual del xató, tiene un gusto picante y amargo, que combina bien con vinagres fuertes y para acompañar platos de carne guisada. Una idea es esta ensalada de escarola, salsa de almendras y bacalao.

Y, si queréis saber como comprar y conservar las lechugas, consultad nuestro decálogo para elegir las mejores.

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