El verano es una buena época para saborear productos marinos, especialmente si se hace en una terraza cerca del mar, y acompañándolo con un vino blanco muy frío. Su intenso sabor a mar y su jugosidad los convierten en unos ingredientes excelentes, que al incorporarlos a los guisos, platos de pasta o de legumbres desprenden su jugo y aportan categoría a preparaciones sencillas. Os proponemos toda una serie de recetas con almejas para que vuestro abanico de posibilidades con las ellas sea diverso, de las clásicas almejas a la marinera, a su versión en crema pasando por su importante presencia en los suquets y arroces.
Almejas a la marinera con cebolla
Las preparaciones de almejas en salsa marinera son una gran opción para cocinarlas. La salsa que resulta finalmente, de tomate, ajos, perejil y el zumo que han ido dejando los moluscos, está de toma pan y moja. Para hacer la cebolla confitada cortadla a tiras y doradla primero en la sartén con un poco de aceite, cuando coja un poco de color añadid un poco de agua, bajáis el fuego y dejáis cocer poco a poco unas dos horas.
'Fabes' con almejas Becky Lawton
Es un plato de cuchara y salsa, pero lo podéis disfrutar en la época del año que queráis. Haced una salsa con el zumo de cocción de las habas, y una pizca de perejil, si lo queréis un poco espeso podéis añadir un poco del zumo de conserva de las legumbres, o bien dorar unos ajos laminados en aceite, añadid una cucharada de harina, mezcláis bien y después abocad la salsa de tomate. Esta es una genial opción para disfrutar de un plato de legumbres, y así salir de su monótono acompañamiento cárnico y grasiento.
Guiso de mejillones, navajas y cloïses con patatas y carreretes / Cristina Rivarola Food Photos / Cristina Rivarola
Nos encontramos ante una señora receta, con producto de mar, setas, sofrito hecho con paciencia, picadura, caldo de pescado... Un plato que incorpora elementos clave de nuestra identidad culinaria. Si además añadís unos fideos gruesos os queda una sopa de campeonato, cocidos en un caldo de pescado que podéis hacer con crustáceos y pescados de roca, a pesar de que también lo podéis hacer con agua, recogiendo todos los gustos del sofrito, de las senderuelas y el maravilloso zumo que sueltan los moluscos.
Crema de almejas con vermut
Quizás es la manera más original de cocinar las almejas, aprovechando su zumo de cocción como gran protagonista de la crema, que haremos sofriendo mantequilla, añadiendo harina de arroz y mojándolo con caldo blanco, es decir, sin color, cociendo todos los elementos sólidos del caldo en el agua, en vez de dorarlos previamente. Finalmente incorporamos un poco de nata para dar cremosidad. El resultado es una crema muy ligera con todo el aroma marino de las almejas.
Corazones de alcachofa con almejas y aroma de Jabugo
Las alcachofas y el jamón son dos ingredientes que se avienen muy bien, y si también incorporamos las almejas resulta un entrante de categoría, con los tres ingredientes protagonistas como grandes representantes de su mundo: vegetal, animal y marino. En este plato cada ingrediente va sacando lo mejor de lo mejor de sus jugos de cocción, la grasa del jamón, el célebre jugo de las almejas y el agua de cocción de las alcachofas, además del toque de manzanilla que realza todos los aromas.
Risotto de almejas con menta fresca
No podía faltar un arroz, en este caso uno de melós, con su típica finalización con queso parmesà, que aporta una mantecosidad única. Si queréis que os quede realmente cremoso, id incorporando el caldo poco a poco y removiendo el arroz, esto hará que el arroz suelte sus almidones y vaya ligando el caldo, haciendo que el arroz quede cocido en un tipo de salsa espesa con todo el sabor del caldo. La mejor variedad de arroz para hacerlo es el arborio o el carnaroli, a pesar de que con el bomba no queda del todo mal.
Rape y almejas con 'suquet' de espárragos verdes
Como integrante de un suquet de pescado, las almejas tienen también su protagonismo, haciendo compañía al pescado elegido, regado por la sabrosa salsa. La receta es bien sencilla: hagamos una salsa triturando caldo de pescado, cebolla y espárragos salteados y cociendo el rape, para finalmente aprovechar el tiempo final de cocción para abrir y las almejas y que suelten su esencia. Si la salsa final no os queda bastante ligada, podéis añadir una picada con almendras, galletas o carquinyolis y un poco de caldo.
Albóndigas con almejas y guisantes Becky Lawton
Si anteriormente hemos hablado de un guiso de pescado, ahora hablamos de un guiso de carne, poniendo de manifiesto la versatilidad de nuestras estimadas amigas con caparazón. Cómo hemos hecho hasta ahora, las almejas las abocaremos a la cazuela los últimos 5 minutos de cocción, puesto que si se cuecen más quedan más bien secas, y pierden su encanto. Tenemos que tener en cuenta a la hora de poner las almejas, que el jugo de cocción sea más bien espeso, si nos interesa hacer una salsa, puesto que las almejas soltarán agua y harán las salsa del guiso más liquida.
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