10 platos sin lactosa

Un plato casero y tradicional. De aquellos que no pueden faltar en una dieta equilibrada. Y es que las lentejas son de nuestras legumbres preferidas, especialmente cuando vienen acompañados de carne de ternera estofada con xorizo, tocino y hortalizas cómo pimiento, zanahoria, tomate... Como añadido, y para variar, os proponemos que añadís col kale, más crujiente que el habitual. Simplemente irresistible.

¿Habéis probado el tiburón? Dicen que tiene gusto de pollo, o así lo mencionan en las películas... El cazón, que generalmente se come adobado en especies, lo haréis a la plancha a lonchas finas para ir tirando capas con patata hervida, creando un tambor de color blanco y amarillo. Para acompañarlo, ¿que mejor que un romesco? No habrá calçots, pero esta salsa con tomate, ajo, nyora, avellanas y pan está espectacular.

Unos postres fáciles de preparar a las que le añadiréis leche de soja, también pensando en los veganos, y una buena cucharada de café, que impregnará el flan de su aroma y gusto. Solo hará falta que lo pongáis en moldes caramel·litzats hasta que se disuelva bien la mezcla y a reposar. Mirad de acompañarlo con un poco de nata.

Un arroz que hace tilín solo de verlo. Y es que nos hemos propuesto aprovechar al máximo el bacalao, motivo por el cual añadiréis lomos de bacalao desalado así como diferentes recortes y las tripas, que habréis dejado previamente en remojo. La casquería también merece una oportunidad, y más con un arroz hecho con azafrán, habas, y un caldo de pescado espectacular.

Carme Ruscalleda os propone este calabacín y ceps al horno con colas de gamba con unas pinceladas de romesco, salsa icónica catalana, en esta ocasión preparada con ajo negro. El ajo tradicional se somete a un proceso de fumado por el cual se ennegrece y pierde el 97 % del aroma. El gusto es un poco dulce, con una mezcla de matices salados, y la textura es tierna y muy suave. Original del Japón, es una alternativa saludable, puesto que tiene todas las propiedades nutricionales del ajo, multiplicadas por diez. ​

Disfrutamos de los salmonetes de roca, comprados al mercado, con este espectacular suquet con patatas y cebolla de Higueras. Aprovechando las cabezas y las espinas del pez y con un chorro de Brandi, tomate maduro, cebolla, puerro y zanahoria haréis una salsa de aquellas que os obligan a comprar dos barras de pan. El pescado, por eso, lo haréis en una paella antiadherente. Mirad de añadir al plato unas hojas de hinojo fresco para aportar un toque ligeramente aromático al plato.

Generalmente, las judías se suelen preparar con carne, pero en el norte hay bastante tradición de cocinar las 'pochas' con moluscos. Y es también llamadas xirles, cocidas al vapor, se hace un consumo cuantioso, comidas de aperitivo, entre trago y trago. Aquí es tradición usarlas a los arroces de pez y de pez y carne, a los suquets, las zarzuelas o en cocinados marineros tradicionales. La rossellona tiene el caparazón más largo de un lado que del otro, con unas estrías transversales blanquinoses. Vive cerca de la playa, a poca profundidad, a la parte arenosa, cerca de donde seguro que os gustaría disfrutar de estas legumbres con su sofrito de tomate, cebolla y pimiento. Mirad de añadirle perejil fresco picado por el encima