Turrón a la piedra

Tipo de plato Postres

Dificultad Baja

Tiempo 5

Rápida y sencilla Vegana Sin
gluten Sin
lactosa

Ingredientes

Ingredientes para 500 g:

250 g de azúcar
piel de 1 limón
Limón
Originario de la Asia más lejana e introducido en la península Ibérica por los árabes en el siglo XI, después de haberlo aclimatado al Mediterráneo, el limón no accedió a la cocina hasta muy entrado el siglo XV, para sustituir el agraz (zumo de uva verde) en muchos preparados. A partir de aquí, su expansión lo llevó hasta el contintento americano, con Colón, en su segundo viaje. Con variedades de medida y acidez variables, el limón tiene buena parte de los aromas y los aceites esenciales concentrados en las pequeñas ampollas de su coloreada piel, en contraste con la aspereza que suele conferir la pulpa. De ahí que muchas recetas gastronómicas prefieran esta piel delgada (el 'zeste', como la llaman los franceses) y no el zumo, destinado preferentemente a tareas de maceración. Por otro lado, una opción interesante y a la vez emergente, aunque poco conocida, es la de los limones confitados con sal, que nos llegan de la cultura norteafricana.
(sólo la parte amarilla)
300 g de almendras, peladas y tostadas al horno
1 cucharadita de canela
Canela
Fruto del secado de la corteza superficial de un árbol pariente del laurel, en cuyas ramas se hace un corte a lo largo. Al hacerlo, la corteza se va secando y enrollando sobre sí misma, formando los clásicos bastones de la canela en rama, que después pueden ser molidos para hacer la canela en polvo, de sabor más potente pero más alterable. En el mercado, podemos encontrar dos calidades principales y muy diferentes: la canela de Ceilán, la mejor, fina como el papel y mucho más aromática, y la canela de China, menos delgada, menos aromática y con un gusto un poco picante. Tradicionalmente vinculada a la repostería, nuestra cocina emplea también la canela para perfumar platos de carne. Sus propiedades digestivas la asocian a ciertas infusiones como el chocolate y el vino caliente. Hay que conservarla en un recipiente hermético y preservarla de la humedad y la luz.
en polvo

Accesorios:

1 caja de madera de 19 x 9 x 2.5 cm
papel de hornear u hojas blancas

Turrón a la piedra

Ingredientes

Ingredientes para 500 g:

250 g de azúcar
piel de 1 limón
Limón
Originario de la Asia más lejana e introducido en la península Ibérica por los árabes en el siglo XI, después de haberlo aclimatado al Mediterráneo, el limón no accedió a la cocina hasta muy entrado el siglo XV, para sustituir el agraz (zumo de uva verde) en muchos preparados. A partir de aquí, su expansión lo llevó hasta el contintento americano, con Colón, en su segundo viaje. Con variedades de medida y acidez variables, el limón tiene buena parte de los aromas y los aceites esenciales concentrados en las pequeñas ampollas de su coloreada piel, en contraste con la aspereza que suele conferir la pulpa. De ahí que muchas recetas gastronómicas prefieran esta piel delgada (el 'zeste', como la llaman los franceses) y no el zumo, destinado preferentemente a tareas de maceración. Por otro lado, una opción interesante y a la vez emergente, aunque poco conocida, es la de los limones confitados con sal, que nos llegan de la cultura norteafricana.
(sólo la parte amarilla)
300 g de almendras, peladas y tostadas al horno
1 cucharadita de canela
Canela
Fruto del secado de la corteza superficial de un árbol pariente del laurel, en cuyas ramas se hace un corte a lo largo. Al hacerlo, la corteza se va secando y enrollando sobre sí misma, formando los clásicos bastones de la canela en rama, que después pueden ser molidos para hacer la canela en polvo, de sabor más potente pero más alterable. En el mercado, podemos encontrar dos calidades principales y muy diferentes: la canela de Ceilán, la mejor, fina como el papel y mucho más aromática, y la canela de China, menos delgada, menos aromática y con un gusto un poco picante. Tradicionalmente vinculada a la repostería, nuestra cocina emplea también la canela para perfumar platos de carne. Sus propiedades digestivas la asocian a ciertas infusiones como el chocolate y el vino caliente. Hay que conservarla en un recipiente hermético y preservarla de la humedad y la luz.
en polvo

Accesorios:

1 caja de madera de 19 x 9 x 2.5 cm
papel de hornear u hojas blancas

Preparación

Poner en el vaso el azúcar y pulverizar programando 30 s, velocidad progresiva 5-10.
Añadir la piel de limón y volver a programar 30 s, velocidad progresiva 5-10.
Incorporar las almendras y la canela. Programar 15 s, velocidad 6. Con la espátula bajar los restos de pasta de la tapa y del interior del vaso hacia las cuchillas.
Volver a programar velocidad 6 sin programar tiempo, hasta que se haya desprendido el aceite de la almendra y quede una textura un poco aceitosa (como de "serrín").
Forrar una caja de madera con hojas blancas, dejando que sobresalga por los laterales para poder envolver.
Espolvorear el papel del interior de la caja con canela, verter la pasta presionando bien y alisando con ayuda de una cuchara.
Cubrir el turrón con el papel, y cerrar la caja.