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03/10/2024Si tuviéramos que identificar los colores del otoño con aquellos alimentos de temporada que la representan, el membrillo sería el amarillo. Su piel reluciente y afelpada esconde un interior ácido de sabor astringent; sin embargo, es la dulzura y la textura que adquiere la fruta después de ser cocida el que la gente percibe al observarla. Podríamos decir que su aportación nutricional es escasa, pero su punto fuerte se encuentra en los altos niveles de potasio y tanins que contiene, que lo convierten en un alimento favorable para aquellas personas que tienen el organismo intestinal sensible. Aún así, es cierto que la versión más famosa del membrillo entre la gente, el codonyat, se acerca peligrosamente al pecado culinario debido a todo el azúcar que puede llegar a contener. De este modo, os proponemos una serie de recetas en que tiene lugar el uso tradicional del membrillo, pero también su reinterpretación.
Membrillo
No podíamos empezar por ninguno otro plato que no fuera este. Tal como hemos dicho, el sabor del membrillo sin cocer es muy ácido y astringent. Es por este motivo que, en gran parte de las elaboraciones en que se utiliza, para poderlo combinar con otros alimentos primero tenemos que cocinar el codonyat. Su elaboración es muy sencilla.
Membrillo confitado Gemma Clofent
Seguimos con los básicos. La cocinera Gemma Clofent os explica cómo podéis elaborar vosotros mismos un membrillo en almíbar casero, unos postres con la fruta del otoño un pelo más saludables.
Triángulos de pasta fil·lo con requesón y membrillo Gemma Clofent
Después de la miel, el codonyat es uno de los acompañantes más típicos del requesón. Es por eso que Yema Clofent los une en una sola queixalada en forma de triángulo y esconde las texturas meloses dentro de una coraza de pasta fil·lo crujiente. No os podéis perder este merendar tan sencillo y efectivo de preparar que gustará a grandes y pequeños.
Sardinas
Entramos ahora a la parte de la reinterpretación del membrillo como acompañante. Más allá de ser un plato ('Sardinas, guacamole, compota de escalunyes, membrillo y mostaza'), puede llegar a parecer una lista de todos aquellos alimentos que nunca querrías agrupar dentro de una misma elaboración; pero de esto trata la cocina también, de innovar y probar cosas nuevas. En esta propuesta, destinada a nuestros lectores cocineros más avanzados o con más tiempo, Remy Léfebvre mira de potenciar el juego entre los sabores ácidos, dulces y umami para equilibrarlos entre sí y crear una cierta armonía.
Codonys
Del mismo modo que en la elaboración anterior, Pep Nogué propone un reto para los que quieran descubrir nuevas maneras de cocinar el membrillo y alejarse de los típicos postres azucarados.
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