5 propuestas saladas con yogur

Esta receta del David Caballero os propone una ensalada refrescante que tiene origen en la primavera de 1893 a Nueva York, Estados Unidos. El Hotel Waldorf, para celebrar la llegada de la estación elaboró una ensalada muy coloreada y sabrosa con lechuga, nuevos, manzana y queso que se dio a conocer rápidamente por todo el país. En cuanto al yogur, este es la base de la sabrosa salsa que acompañada la ensalada, compuesta de yogur, miel, pimienta y sal.

Un plato diferente donde disfrutaréis de un conejo rebozado con pan y cereales y una ensalada griega pensada por épocas de calor como la primavera o el verano. La clave reside en combinar el aroma de las hierbas con el yogur, especialmente el eneldo, que os recordará al hinojo o el anís. Como curiosidad, dicen que en la edad media se usaba para asustar las brujas. En cualquier caso, no necesitaréis escoba o sombrero sino un par de pepinos, que le otorgarán el toque crujiente y la frescura necesaria para acompañar una carne más seca cómo la del conejo.

Unas brochetas de una carne magro como la del cordero, especiadas al estilo asiático, necesitan de un sabor refrescante con un toque agrio. La solución es esta salsa de yogur, fácil de preparar, que os recordará los condimentos de las ensaladas de pepino griegas. Se recomienda servirla por encima de las brochetas y también mezclada con el arroz basmati, principal complemento de la carne.

Un plato sencillo pero muy sabroso que os puede servir para preparar un entrante "explosivo" cuando tengáis visita en casa. En una cuchara tendremos los huevos escumats con la cebolla caramel·litzada, que quedará muy dorada a la paella. Este punto dulce de la cebolla se combinará con la yema del huevo y el cremós de queso de cabra, que mezclaremos con el yogur y un poco de mantequilla, a poder ser blanda, puesto que será más fácil de mezclar. Quién pruebe uno querrá repetir, os lo podemos asegurar.

Un clásico francés adaptado a la península con la patata, la cebolla y un buen queso de la zona de la Mancha. De hecho, su textura y sabor os recordará un poco a la tortilla de patata. Generalmente, a la hora de prepararla se añade la nata líquida, común en las elaboraciones francesas, y se mezcla con los huevos y la leche. En esta ocasión, pero, os proponemos que probéis a hacerla con yogur como una alternativa menos calórica pero más cremosa.