Higos hasta en la sopa
Ahora estamos en plena temporada y os proponemos redescubrirlos en los fogones con cinco recetas deliciosas
Las piernas no nos flaquean cuando aseguramos que es una de las frutas más antiguas del mundo. Hablamos de un alimento sano y nutritivo, con un gran valor energético. A la hora de consumir, hay que saber que el higo verde es exquisito siempre, pero que conviene pelarlo. Si os decantáis por los higos negros, pensad que, cuanto más oscura sea la piel, mejor será la calidad y la dulzura de la fruta. Este fruto cambia de forma y de color según la variedad. Os proponemos algunas recetas muy deliciosas con este ingrediente para que disfrutéis incluso en la sopa.
Higos asados con pedro ximénez
Coll de dama
En Cataluña, las zonas con más presencia de higueras son las comarcas de Ponent, con variedades cómo el higo de coll de dama de Alguaire, muy adaptado a las características de la huerta leridana. Se trata de una fruta blanda, de piel fina y dura. Gordos y carnosos, estos higos son de color negro y tienen un sabor especialmente dulce. Probadlos con este asado de higos que nos propone Xavier Pellicer.
Semicuit de foie con higos y tostadas Becky Lawton
Higos frescos
En la cocina, los higos han estado presentes desde hace muchos siglos y siempre han dado mucho juego, tanto frescos cómo secos o cocidos. Los frescos aportan un toque de dulzura a los platos y a las salsas agridulces. Son muy buenos con hígado de pato y acompañan perfectamente el jamón y las anchoas. Y, en Menorca, acompañan a las mil maravillas la sopa tradicional de tomate, ¡el oliaigua! En este caso, pero, os proponemos que las probéis con 'foie-gras' semicuit, cómo el de la receta de la fotografía.
Rap amb figues Anna Garcia Frigola
Higos cocidos
Si los pasáis por los fogones, también son exquisitos. Estan muy presentes para acompañar las carnes de cerdo, de cordero y de pato, así como de relleno de algunas aves. Además de servir para preparar confituras, en los postres es habitual encontrarnos higos cocidos con vino y especies, o cocas y pasteles de higo; sin olvidar el pan de higo y los figats. ¿Os atrevéis con este rape con higos de Francesc Murgadas?
Conill amb fruita seca
Secos y derivados
Si queréis hacer en casa higos secos, es fácil: se aplanan los higos conservando el capullo encima y el ojo abajo; se secan y se giran al sol durante cinco o seis días. Es conveniente pasarlos por el horno y por una hervida rápida; al cabo de cuatro o cinco años estarán buenísimos. Otro derivado de los higos frescos es el figat: se tienen que pelar los higos y posarlas dentro de un calderó con un poco de agua para que no se quemen, sin parar de remover, hastael punto de espeso que os guste. Y, también, el pan: los higos, muy limpios y secos, se han que capolar con una máquina; se hace una pasta añadiendo semillas de anís y almendras peladas, que se va repartiendo dentro del pan, se cubre con hojas de higuera limpias, y se cierra con hilo de cerdo y se cuelga.
Cocinad con higos secos esta receta de conejo que nos ha preparado Francesc Murgadas.
Gelat de figues casolà AJJ Estudi
En los postres
Los higos no solo se pueden comer directamente cómo una pieza de fruta más, sino que también pueden ser un ingrediente, principal o secundario, de muchas recetas dulces. Además de servir para preparar confituras, en los postres es habitual encontrarnos higos cocidos con vino y especies, o cocas y pasteles de higo diversos. Os recomendamos un helado de Jani Paasikoski ¡buenísimo!
© Som * La cultura de tots. Todos los derechos reservados. C/ Premià, 15. 2a planta. 08014. Barcelona.
Con la colaboración de: 