Pescados de playa, cuatro especies

Congrio. Los amantes de este pescado anguiloforme lo distinguen por su sabor. En la cocina, la cabeza y la cola se suelen aprovechar para el 'fumet', porque tienen bastantes espinas; en cambio, de la parte del tronco se pueden sacar unas buenas rodajas de carne firme y de sabor suave, una alternativa perfecta a la merluza si se quieren cocinar con jugo. Con guisantes es un clásico, pero va bien en cualquier tipo de 'suquet'. Si son pequeños, a la plancha están muy buenos.

Pez araña. De la orden de los perciformes, hay peces araña blancos y de cabeza negra. Viven en el fondo de arena y barro y son peligrosos para los bañistas, porque sus espinas dorsales tienen un veneno muy potente. Relativamente apreciados como especies comerciales, los pescadores, en cambio, les tienen una gran devoción. Normalmente forman parte de la morralla para hacer sopas y 'fumets'. Pero a pesar del aspecto feúcho y la mala fama entre los bañistas, es un pescado muy sabroso. Se acostumbra a cocinar en jugo, pero si el pescadero o la pescadera os aprecian, incluso os lo pueden filetear; entonces, hacedlo a vuestro gusto, quizás freidita, y mucho.

Gallo. Apreciado comercialmente, pero no tanto como el lenguado o el rodaballo. De carne blanca y gusto suave, se pueden hacer de él filetes generosos, si miden más de 20 cm, y es una buena oportunidad para que coman los pequeños, que no pueden separarse las espinas. A la plancha, enharinado, al horno... es una alternativa económica al rape o la merluza. Hay de cuatro manchas, dos oscuridades en la parte posterior de la aleta dorsal y anal, y sin.

Bacaladilla. O lirio, también se la conoce en Cataluña como 'madre de la merluza', porque se creía de que era el progenitor de la merluza. Se pesca en abundancia en el Mediterráneo occidental y en el Atlántico. De carne blanca, suave y blandita, reclama mucha frescura. Pedid en la pescadería que os las vendan catalanas y pescadas al día. Hay quien la prefiere a la merluza, pero la condición siempre es que sea muy fresca, porque, si no, enseguida pierde sus cualidades. Pedid que os las limpien (tripa fuera, mantened la cabeza); fritas siempre están buenas, y para hacerlas al horno, elegidlas mejor de talla media o grande.