Camioncitos de sandía con helado de vainilla

Tipo de plato Postres

Raciones 4

Vegetariana Sin
gluten

Ingredientes

1 sandía
Sandía
Variedad maciza de melón originaria de África, donde, desde tiempos inmemoriales, su consumo ha sido una buena manera para calmar la sed. De hecho, los egipcios, ya en tiempos faraónicos, la ofrecían a los viajeros sedientos, a menudo para evitar el consumo de aguas de dudosa potabilidad. Precisamente, el elevado contenido de agua (hasta un 95% del peso) es su virtud principal. Abierta y puesta un rato al sol, la evaporación del líquido la hace todavía más refrescante. Hoy, con variedades prácticamente sin semillas y otras de pulpa amarilla, continúa presentando el enigma de la maduración. La carencia de zona amarilla (la que toca a tierra y que aparece al madurar) puede ser indicio de una desaconsejable cosecha prematura. Por el contrario, el peso elevado en relación con el volumen suele ser un buen síntoma en el momento de comprarla entera.
100 g de arándanos
Arándano
También conocido como 'mirtilo', el arándano es el fruto comestible del arbusto de alta montaña de la especie 'Vaccinum myrtillus', popular en Europa y que también se encuentra en nuestros Pirineos.

De tamaño pequeño (menos de 1 centímetro), forma esférica y color negro azulado, las bayas originalmente se consumían frescas, azucaradas, para compensar el toque ácido y el menor contenido de azúcares que hoy tanto se valora. Pero rápidamente se vio que podía ser útil en pastelería, para hacer pasteles, populares en las regiones centroeuropeas, confituras y preparados similares, al margen de la utilización en la preparación de licores y aguardientes.

También tiene utilidades farmacológicas (es diurético y antidiabético) y otras de carácter más prosaico, como la coloración del vino o de la ropa que, todavía hoy, se practica en los países nórdicos.
150 g de uva
unas hojitas de menta
Menta
Por la fragancia, por el sabor que desprende en los guisos, por la frescura del aroma, etc., podéis encontrarla en todo tipo de preparaciones: en mojitos, combinada con chocolate negro —un maridaje espectacular—, en aceite para aliñar unas habitas peladas o poniendo una rama en los guisantes ahogados con jamón salado para refrescarlos. También casa con una paletilla de cordero asada con una salsa hecha con el jugo de la bandeja, mostaza antigua y hojas de menta; o sencillamente las hojas de menta pasadas por pasta de tempura y fritas. Existen muchas variedades de menta, cada una con propiedades diferentes. Cuando hay en abundancia, cerca del verano, se pueden guardar las ramas en un vaso con agua, pero también se pueden congelar o secar.
fresca

Para el helado:

250 ml de leche
250 ml de nata
Nata
A pesar de designar, en realidad, la materia grasa emulsionada (la crema) de la leche, que, al reposar, sube parcialmente a la superficie, el concepto 'nata' se suele asociar más con el resultado de montar esta crema en frío, a mano o a máquina, para incorporarle pequeñas burbujas de aire, que le dan esponjosidad. E incluso, a menudo, con el invento que hizo el mítico cocinero francés Vattel, batiéndola con azúcar en polvo y perfumándola con vainilla, para hacer lo que los franceses denominan 'chantilly'. A pesar de que, en 1931, Charlie Goetz empezó a experimentar con anhídrido carbónico y monóxido de nitrógeno para producirla de manera industrial e instantánea, no sería hasta 1948 que esta técnica sacó al mercado los primeros esprays de nata montada, que se han decantado por el segundo tipo de gas, puesto que el primero acidificaba ligeramente el resultado.
líquida 35%MG
150 g de azúcar
4 yemas de huevo
½ vaina de vainilla
Vainilla
La auténtica —no hablamos de la que se elabora por síntesis química— nace de la orquídea trepadora, una flor con más de 50 especies, que habitan en la región tropical del planeta. La mejor proviene de la especie 'Vanilla planifolia'. La pequeña vaina (de ahí viene su nombre) se cosecha cuando abandona el color verde para amarillecerse. Después pasa por varios procesos de secado y fermentado, que acaban dándole el aspecto y las propiedades de olor y sabor que conocemos. Tiene un interior lleno de pequeñas semillas y una pulpa ennegrecida, responsable de buena parte de sus propiedades gustativas, gracias al contenido en vanilina. Conservada en botes herméticos, si se cubre con azúcar, este se perfumará, convirtiéndose en azúcar avainillado.

Camioncitos de sandía con helado de vainilla Becky Lawton

Ingredientes

1 sandía
Sandía
Variedad maciza de melón originaria de África, donde, desde tiempos inmemoriales, su consumo ha sido una buena manera para calmar la sed. De hecho, los egipcios, ya en tiempos faraónicos, la ofrecían a los viajeros sedientos, a menudo para evitar el consumo de aguas de dudosa potabilidad. Precisamente, el elevado contenido de agua (hasta un 95% del peso) es su virtud principal. Abierta y puesta un rato al sol, la evaporación del líquido la hace todavía más refrescante. Hoy, con variedades prácticamente sin semillas y otras de pulpa amarilla, continúa presentando el enigma de la maduración. La carencia de zona amarilla (la que toca a tierra y que aparece al madurar) puede ser indicio de una desaconsejable cosecha prematura. Por el contrario, el peso elevado en relación con el volumen suele ser un buen síntoma en el momento de comprarla entera.
100 g de arándanos
Arándano
También conocido como 'mirtilo', el arándano es el fruto comestible del arbusto de alta montaña de la especie 'Vaccinum myrtillus', popular en Europa y que también se encuentra en nuestros Pirineos.

De tamaño pequeño (menos de 1 centímetro), forma esférica y color negro azulado, las bayas originalmente se consumían frescas, azucaradas, para compensar el toque ácido y el menor contenido de azúcares que hoy tanto se valora. Pero rápidamente se vio que podía ser útil en pastelería, para hacer pasteles, populares en las regiones centroeuropeas, confituras y preparados similares, al margen de la utilización en la preparación de licores y aguardientes.

También tiene utilidades farmacológicas (es diurético y antidiabético) y otras de carácter más prosaico, como la coloración del vino o de la ropa que, todavía hoy, se practica en los países nórdicos.
150 g de uva
unas hojitas de menta
Menta
Por la fragancia, por el sabor que desprende en los guisos, por la frescura del aroma, etc., podéis encontrarla en todo tipo de preparaciones: en mojitos, combinada con chocolate negro —un maridaje espectacular—, en aceite para aliñar unas habitas peladas o poniendo una rama en los guisantes ahogados con jamón salado para refrescarlos. También casa con una paletilla de cordero asada con una salsa hecha con el jugo de la bandeja, mostaza antigua y hojas de menta; o sencillamente las hojas de menta pasadas por pasta de tempura y fritas. Existen muchas variedades de menta, cada una con propiedades diferentes. Cuando hay en abundancia, cerca del verano, se pueden guardar las ramas en un vaso con agua, pero también se pueden congelar o secar.
fresca

Para el helado:

250 ml de leche
250 ml de nata
Nata
A pesar de designar, en realidad, la materia grasa emulsionada (la crema) de la leche, que, al reposar, sube parcialmente a la superficie, el concepto 'nata' se suele asociar más con el resultado de montar esta crema en frío, a mano o a máquina, para incorporarle pequeñas burbujas de aire, que le dan esponjosidad. E incluso, a menudo, con el invento que hizo el mítico cocinero francés Vattel, batiéndola con azúcar en polvo y perfumándola con vainilla, para hacer lo que los franceses denominan 'chantilly'. A pesar de que, en 1931, Charlie Goetz empezó a experimentar con anhídrido carbónico y monóxido de nitrógeno para producirla de manera industrial e instantánea, no sería hasta 1948 que esta técnica sacó al mercado los primeros esprays de nata montada, que se han decantado por el segundo tipo de gas, puesto que el primero acidificaba ligeramente el resultado.
líquida 35%MG
150 g de azúcar
4 yemas de huevo
½ vaina de vainilla
Vainilla
La auténtica —no hablamos de la que se elabora por síntesis química— nace de la orquídea trepadora, una flor con más de 50 especies, que habitan en la región tropical del planeta. La mejor proviene de la especie 'Vanilla planifolia'. La pequeña vaina (de ahí viene su nombre) se cosecha cuando abandona el color verde para amarillecerse. Después pasa por varios procesos de secado y fermentado, que acaban dándole el aspecto y las propiedades de olor y sabor que conocemos. Tiene un interior lleno de pequeñas semillas y una pulpa ennegrecida, responsable de buena parte de sus propiedades gustativas, gracias al contenido en vanilina. Conservada en botes herméticos, si se cubre con azúcar, este se perfumará, convirtiéndose en azúcar avainillado.

Camioncitos de sandía con helado de vainilla Becky Lawton

Preparación

Para el helado: abrir longitudinalmente la vaina de vainilla y con un cuchillo pequeño retirar las semillas.
Mezclar la vaina con la leche en un cazo y llevar ebullición a fuego medio.
Blanquear las yemas con el azúcar en un bol y añadir a la leche justo cuando empiece a hervir, sin dejar de remover con varillas. Verter toda la mezcla al cazo limpio y cocinar a fuego suave removiendo con una cuchara de madera todo el tiempo. Es importante que no llegue a hervir; cuando la crema nape el dorso de una cuchara, es el momento en que está lista.
Colar en un recipiente limpio y cubrir con film transparente en contacto con la crema.
Semimontar la nata.
Cuando la crema esté tibia, casi fría, con una espátula o una cuchara mezclar suavemente con la nata líquida semimontada.
Congelar y al cabo de 1 h 30 min remover un poco y volver a congelar hasta su uso.

MONTAJE

Cortar la sandía en cubos de forma rectangular; cortar la uva en mitades.
Poner un trozo sandía en forma horizontal y otro en forma vertical, cuatro medias uvas como si fueran ruedas y dos arándanos como ruedas delanteras.
Colocar una cucharada de helado en la parte posterior del camión y decorar con unas hojitas de menta.

CONSEJOS

En lugar de helado, podéis usar un yogur de vainilla. Permitid que vuestros hijos os ayuden a cortar uva, retirar las semillas de la vainilla y formar el camión.