Ensalada de ostras y aceitunas

Una combinación que no os esperabais!

Tipo de plato Primeros

Dificultad Baja

Raciones 4

Sin
gluten Sin
lactosa

Ingredientes

250 g de aceitunas verdes y negras
1 lata de ostras
50 g de ajo confitado

Para el aliño:

2 cebollas de Figueres
aceite de oliva
Oliva
Fruto del olivo, que, hasta que se inventó el deshuesador, estaba condenado a convertirse en aceite o a ser un aperitivo. Desde entonces, sin embargo, pudo entrar en la cocina como un ingrediente más, incluso con derecho a cocción. Y también enriquecer el abanico de productos conservados, gracias al relleno. El primero y más tradicional, el de la anchoa, pero hoy con un número interesante de variantes, como el pimiento.
virgen extra
2 cucharadas de pimienta roja dulce
un chorro de vinagre de sidra
Sidra
Desde tiempos inmemoriales, de las manzanas se hace mosto, a pesar de que no todas las variedades tienen suficiente azúcar para que fermente y se pueda producir un vino de manzana. La sidra se elabora en países de Europa y de América, pero la más consumida en nuestros lares es la de Asturias y el País Vasco. Las manzanas utilizadas en Asturias son exclusivamente variedades autóctonas, como la raxao y, en el País Vasco y Navarra, la manzana conocida como sagarra motela. Hay que diferenciar entre la sidra natural y la espumosa. La natural, de color más turbio, es una bebida fresca, con aguja y una cierta acidez, mientras que la espumosa se asemeja más al cava. Pero tanto si está en Asturias como en el País Vasco, o en cualquier otro lugar, con la sidra no puede faltar el vertido típico, que consiste en abocar adentro del vaso la cantidad justa para dar un trago desde la botella o la barrica de madera. Así se despierta el carbónico endógeno de la sidra y se volatiliza una parte del ácido acético que contiene.

Ensalada de ostras y aceitunas

Ingredientes

250 g de aceitunas verdes y negras
1 lata de ostras
50 g de ajo confitado

Para el aliño:

2 cebollas de Figueres
aceite de oliva
Oliva
Fruto del olivo, que, hasta que se inventó el deshuesador, estaba condenado a convertirse en aceite o a ser un aperitivo. Desde entonces, sin embargo, pudo entrar en la cocina como un ingrediente más, incluso con derecho a cocción. Y también enriquecer el abanico de productos conservados, gracias al relleno. El primero y más tradicional, el de la anchoa, pero hoy con un número interesante de variantes, como el pimiento.
virgen extra
2 cucharadas de pimienta roja dulce
un chorro de vinagre de sidra
Sidra
Desde tiempos inmemoriales, de las manzanas se hace mosto, a pesar de que no todas las variedades tienen suficiente azúcar para que fermente y se pueda producir un vino de manzana. La sidra se elabora en países de Europa y de América, pero la más consumida en nuestros lares es la de Asturias y el País Vasco. Las manzanas utilizadas en Asturias son exclusivamente variedades autóctonas, como la raxao y, en el País Vasco y Navarra, la manzana conocida como sagarra motela. Hay que diferenciar entre la sidra natural y la espumosa. La natural, de color más turbio, es una bebida fresca, con aguja y una cierta acidez, mientras que la espumosa se asemeja más al cava. Pero tanto si está en Asturias como en el País Vasco, o en cualquier otro lugar, con la sidra no puede faltar el vertido típico, que consiste en abocar adentro del vaso la cantidad justa para dar un trago desde la botella o la barrica de madera. Así se despierta el carbónico endógeno de la sidra y se volatiliza una parte del ácido acético que contiene.

Preparación

Preparar un aliño con tres partes de aceite, una de vinagre de sidra, la cebolla cortada en juliana muy fina y las dos cucharadas de pimienta roja dulce.
Añadir las aceitunas, los ajos y las ostras, y dejarlo macerar un mínimo de 6 horas en la nevera.

CONSEJO
Este aperitivo adquirirá un sabor más intenso a medida que transcurran las horas. Lo mejor es prepararlo con 48 horas de antelación. Se pueden usar cebollitas en vinagre o pepinillos para enriquecer el aperitivo. Acompañarlo con una cerveza muy fría.